miércoles, 15 de julio de 2015

Entradas en Azul. El primer día de escuela


El primer día de escuela
por Eduardo Urios Giner


Oxenbury,Helen. (1994). El primer día de escuela. Barcelona: Editorial Juventud.


Hoy es un  día especial, es el primer día de clase. Nos levantamos con ilusión y nos vestimos. Allí nos espera la maestra y otros niños/as que aún no conocemos. Separarnos de mamá no nos gusta, casi es mejor volver a casa. ¡Anda! La maestra ha preparado un juego, parece divertido, ya no tengo tanto miedo, ahora a pintar, luego cantamos,... y ¡ya están  aquí las mamás y los papás!. Lo he pasado muy bien. ¡Mañana volveré!.

            En este pequeño álbum, Helen presenta un tema de especial interés para los más pequeños: el primer día de clase siempre es un día especial. Es la primera vez que muchos niños/as se separan de sus padres y se quedan solos con desconocidos. La historia es muy sencilla, de manera que resulta muy fácil de comprender, sigue un orden lógico en el que los pequeños lectores reconocen sin problema las rutinas que en él se desarrollan y pueden afirmar “eso me ha pasado a mí”.
            Sin duda, hay un punto crítico por el que todos los niños/as han pasado o pasarán: el momento de separación de la madre o el padre. En este caso, queda resuelto con tranquilidad, mostrando al niño/a lo divertido que puede ser el colegio y lo interesante que resulta conocer a otros como él. A lo largo de toda la historia, tanto el texto como las ilustraciones están cargados de ternura y comprensión.
            La historia está estructurada a lo largo de un diálogo permanente entre la niña, la madre y la maestra. Es sencillo, directo, refleja la realidad y está cargado de afectividad. Muy apropiado tanto para la situación que refleja, como para la comprensión del niño/a lector.
            Las ilustraciones cuentan la historia, de hecho podemos leerla desde ellas. Acompañan y completan los diálogos, reflejan la realidad que los niños/as experimentan. Dibujados a tinta y acuarela sobre un fondo blanco, prescinde de los elementos que no son estrictamente necesarios, de forma que centra la atención en las acciones que realizan los personajes. En las guardas, encontramos un largo perchero con los objetos personales de los niños: es lo primero y lo último que verán los niños/as al entrar y al salir de la escuela. Las caras reflejan los sentimientos que experimentan en cada momento todos los personajes, también sucede lo mismo con los movimientos corporales, con los que resulta fácil identificarse: abrazos, pataletas, saltar, bailar, correr,... y que describen la personalidad de cada uno de ellos. Se refleja a la niña nerviosa que siempre se coge una pierna, la pequeña que se chupa el dedo, los niños brutotes que se divierten empujándose, la maestra divertida que sabe hacer muchas cosas,... todas las ilustraciones están ordenadas de manera que repiten las rutinas diarias. Siempre aparecen en color las personas y, los elementos que las acompañan sin formar parte expresa de la acción o que la autora no quiere que tomen protagonismo son en blanco y negro.
            Se trata entonces de una historia sencilla y cotidiana, de fácil comprensión e identificación para los niños/as más pequeños. Además, invita a que el lector/a cuente su experiencia, que exprese sus vivencias y sentimientos sin más pretensiones que reflejar la realidad. Ésta es, sin duda, la gran aportación de Helen Oxenbury, por lo que está especialmente indicado en el ciclo de Educación Infantil al favorecer y motivar la expresión oral.
            Habitualmente, los álbumes se presentan en un formato que facilita la manipulación de los niños/as a partir de los 3 años, pero está recomendado desde los 0 años hasta 6 años, momento en el que se inicia la lectoescritura de forma más académica. La letra es tipo imprenta de tamaño grande lo que facilita este proceso.
            La portada enmarca en color verde una de las ilustraciones del interior que nos orientan sobre el tipo de historia que nos vamos a encontrar, añade el título en la parte superior y la autora en la inferior. En la contraportada, y en el mismo formato que la portada, aparece otra ilustración del interior, nombre de la colección, breve descripción y editorial. Al lomo, título, autora y editorial. Está dedicado a Emily y Anna.
            Este número forma parte de la colección “Libros de Helen Oxenbury”, subcolección “Mis primeros libros de imágenes,” que abarca temas habituales en la vida de los niños/as.
            Podemos encontrar este número y cualquiera de sus obras recomendadas en multitud de catálogos y blogs especializados. Goza de una espléndida crítica tanto de expertos como de padres, madres y pequeños lectores.

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