miércoles, 8 de junio de 2011

Entradas en Azul. El grillo silencioso

El grillo silencioso
por Vanesa Téllez Lucena


CARLE, E. El grillo silencioso. Barcelona, Kókinos.


El libro del que voy a hablar en las próximas líneas tiene como título El grillo silencioso, del autor Eric Carle. Lo primero que me llamó la atención de él fue su cubierta, que, a simple vista, es algo sosa. En ella aparece la imagen de un grillo dibujado sobre fondo blanco; igualmente, las dimensiones del volumen (13x18 cm) no parecen muy apropiadas para deleitar a los niños y niñas de Educación Infantil, pues como todos sabemos, el formato más apropiado para este tipo de público es bastante más grande. Como aspecto positivo, las páginas son de cartoné, cosa que favorece a las vistosas ilustraciones interiores y da autonomía a los pequeños para pasarlas, de una en una, sin ningún problema.

Dejando a un lado las apariencias (cosa de no poca relevancia tratándose de niños), la historia que se recoge en este pequeño libro es, sencillamente, hermosa. Todo comienza un día soleado con el nacimiento de un grillo. Éste, se va encontrando con diversos animales desde la mañana hasta la noche. Como ordena la buena educación, todos le saludan amablemente y el insecto quiere corresponderles; pero, por más que lo intenta, no logra esbozar ni un mísero ruido. A pesar de probar una y otra vez, y de no obtener resultado alguno, el animalillo no pierde las esperanzas de hacer sonar sus alas algún día. Una noche, el grillo ve a una grilla, tan callada como él, en ese momento prueba una vez más y… al pasar la página del libro se activa un mecanismo que hace sonar el ruido de un verdadero grillo. La cara que se les queda a los niños tras escuchar este “ruidito” es indescriptible.

Además de una buena historia, en su cuento Eric Carle ha sabido combinar ilustraciones y texto, construyendo una fórmula repetitiva que atrae a los más pequeños por su sencillez y fácil asimilación: “El pequeño grillo quiso contestarle y se frotó las alas. Pero no sucedió nada. Ni si quiera un ruidito”. Así, de animal en animal, se llega a la última página en la que, gracias al amor, el grillo hace sonar sus alas. Después de todo, la larga espera ha merecido la pena.

Si queréis experimentar cómo reaccionan los niños ante la sorpresa final del libro, además de introducirlos en el maravilloso mundo de los cuentos infantiles, os animo a leerlo en clase, si no ahora, cuando seáis maestr@s.

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