Tío Lobo
por Sandra Martínez Sánchez
Xosé Ballesteros (2000). Tío Lobo. Pontevedra: Kalandraka.
Tío Lobo está basado en un cuento tradicional italiano, de
la zona del Firol, que le confiere un aire dinámico y el tono perfecto para
leerlo en voz alta y trabajarlo mediante la animación lectora, ya que capta el
interés de los más pequeños y les incita a participar durante su lectura.
La mentira y
el engaño son los temas principales sobre los que gira esta historia de Xosé
Ballesteros e ilustrada por Roger Olmos de una forma perfecta. El texto nos
presenta a Carmela, una niña muy golosa que quiere comer buñuelos. Para ello,
ha de pedirle la sartén a Tío Lobo, y este a cambio quiere una ración de
buñuelos además de otros alimentos, pero Carmela que es muy glotona, no puede
contenerse y decide comerse los buñuelos de Tío Lobo y sustituirlos por
elementos “naturales”. El problema es que Tío Lobo se da cuenta de inmediato,
lo que acarrea graves problemas para Carmela, pues amenaza con comérsela.
La intriga que
genera en los lectores conocer la reacción de Tío Lobo al enterarse del cambio
de alimentos mantiene la atención y el interés durante toda la lectura y ofrece
una advertencia sobre las mentiras y sus consecuencias.
La historia se
presenta a través de un lenguaje ágil con acumulaciones, juegos de palabras y estructuras
propias de la literatura oral que le confieren ese tono divertido a la lectura ofreciendo
de este modo diferentes formas de trabajarlo en el aula. Además, el código
escrito se fusiona perfectamente con el código visual y ofrece así una visión
clara de los sucesos que ocurren a lo largo de las páginas de este álbum
ilustrado y que nos advierten del terrible final que le espera a Carmela. A través
de las imágenes se puede apreciar como el pelo de la protagonista se convierte
en un buñuelo gigante o como el bosque va tomando forma de sartén, lo que nos
ayuda a comprender la dirección que toma la historia gracias a unas
divertidas ilustraciones cargadas de imaginación y nuevas perspectivas.
Así, mediante
una presentación cuidada, ya incluso en sus guardas, descubrimos un libro
que nos ofrece una lectura divertida y animada con un tono moralizante y un
toque de humor. Todo esto lo convierte
en un álbum ilustrado perfecto para la lectura en voz alta y que bien seguro
conseguirá que los niños pasen un rato divertido mientras incorporan nuevas
experiencias lectoras a su bagaje literario y se forman progresivamente como
lectores competentes, con capacidades de comprensión lectora, capacidad crítica
y configuran su intertexto lector.
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