Título: Rufus: el murciélago que adoraba los
colores
Autor
e ilustrador:
Tomi Ungerer
Traducción: Sandra Senra Gómez y Óscar Senra
Gómez
Editorial: Kalandraka
Año: 2017. Original: 1961
Páginas: 40
Encuadernación
y formato:
20 x 28 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Si con Flix celebramos el reencuentro con el autor y su
visión sobre la unión independientemente de la procedencia, con Rufus cerramos
otro aspecto interesante en su obra como fue el convertir en protagonistas a
los animales estereotipados normalmente con roles antagonistas o de villanos.
Así, la serpiente Críctor en 1958 (después de sus primeros álbumes
dedicados a la familia de Los Melops), Adelaida la cangura alada en 1959
y el pulpo Emilio amigo del capitán Samofar en 1960 fueron los
precedentes al murciélago Rufus. En los títulos anteriores tenemos la visión de
héroes de Críctor y Emilio ante malhechores, el rescate en el edificio en
llamas de Adelaida y, el buitre mexicano Orlando ya llegaría en 1966.
También me hubiera gustado repasar otros referentes más cercanos a la narrativa
de tradición oral como El ogro de Zeralda (orig. 1967), la cerillera de
Andersen en Allumette (1974) o la caperucita motorizada de Zloty (esta
ya en 2009, aunque caperucita también fue centro de sus carteles).
Los colores de la portada nos recuerdan inevitablemente a Los tres bandidos (colores oscuros como el azul y el negro) que llegaría en 1962 (el mismo año que Caracol, ¿dónde estás?), pero Rufus desierta una particular ternura por la incomprensión que le rodea (algo que Ungerer maneja con gran habilidad). Rufus, el murciélago que sale por las noches a cazar descubre el mundo tecnicolor a través del cine (con un western) y descubre con entusiasmo algo que, hasta ahora, por su naturaleza, le era desconocido. La ilustración de Rufus observando el amanecer desde su cueva solitaria es una de esas estampas inolvidables que nos ha regalado Ungerer.
En contraposición, el blanco para el descubrimiento de la luz y el colorido en el plumaje de los pájaros, en las flores y las mariposas (como aprendimos de Gioconda Belli, las mariposas son flores aladas). Rufus decide salir de la cueva y participar de ese mundo colorido: orgulloso por decidir su identidad, pero incomprendido y maltratado a los ojos de los demás. Un mensaje que continúa vigente y que, por desgracia, se refleja en agresiones y víctimas de una de nuestras peores lacras sociales: la inmundicia moral de mentalidades ultraconservadoras.
Finalmente, la amistad con el doctor Tarturo, las sesiones de cine conjuntas y las visitas una vez que recuperado vuelve a su cueva. Las interpretaciones de un álbum escrito hace seis décadas son diferentes dependiendo del contexto. Tal vez Ungerer estuviera más interesado en reflejar otros aspectos étnicos, pero igualmente provocador sobre las consecuencias de los prejuicios sociales sobre los demás y, quizás celebrar la amistad de los dos personajes más allá de lo que piensen los demás. Aceptar quién eres y dedicar esta canción al resto. Lean (ustedes y a otros) y disfruten de Tomi Ungerer. Llenen sus estanterías y diviértanse. Nuestro nº1 en el cielo. Rufus es un álbum con elementos recurrentes en la obra del autor y, sin embargo, tiene algo único e irresistible y que, como toda debilidad personal, es difícil describir. Eso sí, más claro tenemos nuestra adoración a Tomi Ungerer.
Fran
Martínez
Web de la editorial
Web de Tomi Ungerer
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