por Ángela Pérez
Auladell, Pablo. (2009). Inés Azul. Barcelona: Thule.
Este álbum ilustrado muestra una historia conmovedora de una niña y su amigo Miguel, el cual desaparece. Se envuelve al lector desde la portada en un entorno de serenidad y a la vez tristeza, utilizando color azul oscuro de forma predominante, así como los traslada a un lugar donde la imaginación y el cariño son los protagonistas.
En esta historia se puede ver reflejado el tema de la muerte de la mano de la protagonista Inés, pues su amigo se va y se cuestiona la razón por la cual ocurre. No obstante, el personaje en ningún momento aparece, por lo que puede interpretarse que él está solamente en su recuerdo. La respuesta de la niña se corresponde con la que el lector infantil puede realizar sobre la muerte, haciendo preguntas de esa tipología.
Además, se puede reflejar el significado del apego simbolizado a través de un árbol centenario plantado por Inés, el cual crece mientras ella espera el regreso de Miguel y presenta una gran altura desde el principio del álbum saliendo desde una ventana de su casa. Ello simboliza la conexión entre Miguel e Inés a pesar del paso del tiempo, además de estar presente en el recuerdo de sus familiares (por ello la ilustración del hogar). También se encuentra reflejado aquello que llega y se va a través de las olas y su movimiento.
La historia apela a la empatía del lector a través de las expresiones faciales de Inés y las ilustraciones, las cuales son muy significativas. La protagonista sonríe en determinadas ocasiones, contrastando con el entorno en el que se envuelve, oscuro y desértico. Además, se ilustra contenido que en texto no aparece, añadiendo nuevos significados. Por ejemplo, ilustración de la protagonista sobrevolando, en entornos nubosos y de mares, ofreciendo una visión de la realidad con toques de imaginación.
El lenguaje que utiliza el álbum es sencillo y comprensible, utilizando muchas metáforas.
La lectura del mismo es amena, ya que hay poco texto predominando el poder de la ilustración y está escrito en primera persona, lo cual hace que la historia sea mucho más cercana al lector y facilita el desarrollo de su empatía, suscitando sensaciones y emociones, jugando con el colorido oscuro y la expresión facial (alegre al principio) de la protagonista que contrasta con el mismo (simboliza hacer frente a los desafíos y problemas de forma positiva).
Además, la estructura narrativa que presenta es sencilla y adecuada para el lector infantil, pues la historia está narrada en el aquí y ahora de forma lineal, lo cual favorece al lector a seguir la historia a la perfección.
En cuanto a las ilustraciones, son las más significativas e importantes. El significado de cada página no se comprende si no es por el análisis de las mismas. Simbolizan muchos aspectos: las olas (la llegada e ida de las cosas); el árbol (unión entre personas de forma atemporal); señal de tráfico en el mar (no pasar rápido por la vida, disfrutarla); nubes, aves y peces (las cosas fluyen al igual que la vida).
Por todo ello, pienso que es un álbum interesante para trabajar la pérdida de seres vivos queridos, ya sean personas como animales. Ayuda al lector a comprender el paso del tiempo, los acontecimientos inevitables que conlleva la vida, a aceptarlos y a tomarlos con una actitud positiva. Además, plantea que la unión existente con esos seres, siempre permanecerá en nuestros corazones. Es un álbum adecuado para todas las edades, desde Infantil hasta Primaria, incluso para adultos, ya que ofrece una visión diferente de la vida y la muerte que nos puede servir de ayuda para afrontarlas.
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