viernes, 23 de abril de 2021

Entradas en azul. Leo Lionni. Frederick. Kalandraka

 

Título: Frederick

Autor e ilustrador: Leo Lionni

Traducción: Xosé M. González Barreiro

Editorial: Kalandraka

Colección: Libros para soñar

Año: 2005. Ed. Original: 1963

Páginas: 40

Encuadernación y formato: 22 x 30 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:

Fin de la semana de reseñas en la que se han repasado obras de autores clásicos y premiados con galardones internacionales como el Premio Andersen (Peter Sís o Kveta Pacovska) o Astrid Lindgren (Kitty Crowther). Ninguno de estos premios figura en la biografía de Leo Lionni (1910-1999) y, sin embargo, es uno de los autores imprescindibles y clásicos de la LIJ. Paradojas en un autor cuyo Pequeño azul y pequeño amarillo surge en un viaje en tren con sus nietos y nace una obra fabulosa. Un adjetivo para nada aleatorio en sus narraciones que, de la misma manera que Arnold Lobel, parten de ese imaginario tradicional para subvertir ese valor moral para introducir un sentido del humor tierno y, en su época, a contracorriente de los adoctrinamientos infantiles. De ese trayecto narrado por el autor, también tenemos un recordatorio de su nieta en 2017 sobre aquel momento:

"The traditional story of how Leo came to write his first book for children involves my brother, Pippo, and me in 1959. At the time, Leo was an art director at Time Life, and he took us on the commuter train out of Grand Central Station in New York to spend the weekend with him and our grandmother, Nora, in Greenwich, Conn. He entertained us by tearing colored paper from a magazine that he had in his briefcase to create the story of Little Blue and Little Yellow. The positive response we gave to his story was enough to inspire him to recreate it with some construction paper in his studio at home. His friend, Fabio Coen, who later became an editor at Pantheon Books, saw the mock-up over the weekend and they decided to publish Little Blue and Little Yellow." (enlace del artículo de Annie Lionni, 2017)

Escoger a Leo Lionni para realizar una reseña en 2021 tiene muchas implicaciones para quien escribe. En primer lugar, un tributo a un clásico en el Día del Libro. En segundo lugar, es una oportunidad para dejar por escrito la influencia de tus maestros y personas que han tenido un papel fundamental en mi formación literaria como los profesores de la Universidad de Alicante, Sara Fernández y Ramón Llorens (que creó este espacio hace diez años). Con Frederick vuelven recuerdos en mi formación que, además del título clásico que es, le otorgan un valor aún más especial del que ya tiene. 

Con Frederick tenemos el juego intertextual con una fábula de Esopo, La cigarra y la hormiga, una relación entre el reconocimiento de los textos que forman parte de la base de datos del lector y que  supone un reto en su formación literaria (Colomer et al., 2018). Pero, como no, en esta reseña haremos referencia a un artículo de Ramón Llorens en 2015 para la revista Tropelías:

“Ética y estética confluyen en Frederick, valores sociales y valores artístico-literarios, formación de los individuos y formación lectora. Despierta sentimientos y plantea interrogantes para diferentes edades. Frederick que permanece en las primeras ilustraciones al margen, acaba convirtiéndose en el protagonista, en el héroe, porque es reconocido por los demás” (p.70)


Frederick es un clásico porque su narración como fábula también trasciende al formato del álbum como una narración construida con un esquema narrativo quinario en el que la universalidad del referente conecta inmediatamente con el público de cualquier edad. Obviamente, será más placentero introducir esta lectura posteriormente al conocimiento de la fábula atribuida a Esopo para que comparen las versiones y la transvalorización del personaje holgazán y bohemio que representa Frederick. Aun así, su esquema narrativo es atractivo a cualquier lector y en cualquier etapa como puerta al diálogo sobre algo tan abstracto como el debate entre el consumismo y la bohemia, o sobre la insolidaridad de Frederick frente al resto de sus hermanos trabajadores. 

Las ilustraciones de Leo Lionni, en el que la forma predomina con el uso del collage y el colorido de sus manchas, sirven para sostener una narración que cambia la moraleja tradicional por la importancia del arte en nuestras vidas. Necesitamos pensadores y artistas, pese a que no sean siempre comprendidos. Y, aprovechando la procedencia holandesa del autor, recuerdo un clásico de la banda The Ex: Listen to the painters (curiosamente, mi primera reseña en un blog musical que tenía hace cerca de 15 años) y el mantra que G.W. Sok: necesitamos poetas, necesitamos pintores, necesitamos arte, necesitamos pinturas porque las mentes cerradas son armas de destrucción masiva. Los ratones de Leo Lionni aparecerán de nuevo con Álex y el ratón de cuerda (Kalandraka, 2017) con sueños artísticos de nuevo en El sueño de Matías (reeditado por Kalandraka desde 2013 y por su tercera edición en 2020), en ediciones en cartoné para pequeños lectores con Números o juegos como ¿Dónde?, ¿Cuándo? o Colores. Una obra en la que Frederick, junto a Nadarín y Pequeño azul y pequeño amarillo forman una trilogía clásica y que fueron animados para televisión. 



Así, las ilustraciones ligadas a una narrativa clásica nos conducen por los caminos de la tradición oral: con la regla del tres para crear una secuencia de interacciones previas a la problemática que se sucederá en la cueva (el conflicto real de la narrativa) y en la que la resolución de Frederick devolverá en tres interacciones la felicidad a los hermanos de Frederick: 4 nada más y nada menos, como las estaciones. Un final con sonrojo y reverencia, como la que se hace a los clásicos de la Literatura Infantil y Juvenil. Como la que se hace a los maestros que han dejado con sus palabras y narraciones una huella en quien escribe estas líneas. Y, seguramente, ya saben el agradecimiento que proceso a su formación estos años.

Como pasaba en el álbum anterior, El osito Kuma Kuma, la cubierta del libro y contracubierta nos muestran al personaje de frente y la visión de espaldas para despedir el libro. Una despedida que no es tal. Frederick es un álbum atemporal e imprescindible en el desarrollo de la competencia literaria: irresistible, tierno y bohemio. Frederick hace honor al nombre de la colección de la editorial Kalandraka: Libros para soñar. Y eso haremos en estos tiempos complejos. Necesitamos arte, necesitamos literatura, necesitamos a FrederickCon él imaginamos algo más grande en un mundo tan pequeño.

Una historia simple en apariencia, pero con muchos niveles de lectura. Un clásico, en definitiva, perfecto para celebrar el Día Internacional del Libro este 2021 en el que, seguramente, para sobreponernos a todo lo que nos ha sacudido también hemos puesto a prueba nuestra alacena mental. Un año en el que encerrados hemos tenido que encontrar rayos de sol, evocar colores y encontrar la poesía de las palabras para sobreponernos al contexto. Cerremos los ojos un poco más y soñemos en reunirnos cuando el temporal pase y, de nuevo, la vida florezca.



 

Fran Martínez

Twitter

 

Web de la editorial:

https://www.kalandraka.com/frederick-978-84-933759-1-1-castellano-792.html

Web Leo Lionni

https://www.leolionni.com/ 

Referencias

Colomer, T., Manresa, M., Ramada, L. & Reyes López, L. (2018). Narrativas literarias en educación infantil y primaria. Síntesis

Llorens García, R. F. (2015). Fábulas, educación literaria y didáctica de los valores: Leo Lionni. Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, 23, 61-72.


No hay comentarios:

Publicar un comentario