Título: El hombre niebla
Autor
e ilustrador:
Tomi Ungerer
Traductora: Ester Sebastián López
Editorial: Lóguez
Año: 2013
Páginas: 48
Encuadernación
y formato:
23,3 x 31,7 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano.
Referencia: Ungerer, T. (2013). El hombre niebla. Lóguez.
Reseña:
Entre los patrimonios de la Literatura Infantil y Juvenil se encuentra la obra de Tomi Ungerer (1931-2019), autor e ilustrador que inició su andadura a finales de los años 50. En esa época, desde la edición en Estados Unidos (labor emprendida por mujeres en este ámbito y con Ursula Nordstrom como una de las figuras clave en su inicio en el ámbito infantil), se asentaron muchas de las claves de la producción editorial infantil de calidad con autores como Maurice Sendak, Leo Lionni, Arnold Lobel o André François. Sus libros destinados al público infantil encuentran elementos que subvierten las ideas de lo políticamente correcto en el mensaje e iconografía de sus ilustraciones, la subversión de los protagonistas de sus historias empleando personajes que tradicionalmente encarnaban la figura del antihéroe o provocaba rechazo (la boa Críctor, el buitre Orlando, el murciélago Rufus, El ogro de Zeralda o Los tres bandidos) y temas que pasaban de puntillas por el discurso infantil (como la política en Flix, las referencias bélicas en numerosos títulos como ¿Dónde está mi zapato?, El sombrero o El hombre luna, estampas de sociedad y clases como Allumette o La bestia del Señor Racine o la naturaleza la expresión de la violencia en Ningún beso para mamá). Una serie de libros que nacían como expresión de sus habilidades para la subversión y espíritu contestatario que formaba parte de Nueva York en la transición de los años 50 a los 60. Un lugar donde fue acogido y prosperar, pero que a medida que rascaba en su superficie encontraba como la moral americana escondía terrores bajo sus alfombras y, algunas que le horrorizaron, como la segregación sureña. Y, en esa explosión de creatividad de juventud, exploró todos los ámbitos que le fascinaban: libros para niños, pero también arte subversivo y atrevimiento en torno a la sexualidad y el erotismo.
Muchas de estas cuestiones se encuentran
enumeradas en un libro como Así es la vida en su índice temático al final del
libro y que, en parte, son cuestiones que Tomi Ungerer ha intentado abordar en
su obra y, muchas de ellas, a partir de sus propias experiencias (también relatadas en obras biográficas como A childhood under the nazis (1998). Curiosamente, también dejó ese lado durante más de veinte años hasta que volvió con Flix y con la necesidad de cerrar viejas heridas con el pasado. Y, en
definitiva, una trayectoria que ha sido prestigiada con galardones como el
Premio Andersen en 1998 y, como se puede leer en la nota final de este álbum,
fue nombrado Embajador para la infancia por el Consejo de Europa en el año
2000. Un breve repaso por una figura que, curiosamente, aún no tenía ninguna
entrada en el blog y, seguramente, no será la última.
La elección de El hombre niebla entre sus referencias
publicadas en castellano tiene un componente que se centra en la majestuosidad
de sus ilustraciones y la propuesta pictórica, de la que por suerte conocemos su
proceso de la voz de su creador.
En este metraje Tomi se centra en algunos aspectos de la narrativa en la que volvemos a su intención de pervertir ciertos prejuicios de los cuentos populares (como haría en Allumette o El ogro de Zeralda, por ejemplo). En esta ocasión, Finn y Cara recuerdan a Hansel y Gretel perdidos en el bosque, pero trasladada a una historia ambientada en la costa irlandesa (y en la dedicatoria final expresa su agradecimiento a la gente que le acogió allí y su lugar de residencia) y las memorias de los modos de vida de los pueblos costeros: sus construcciones, naturaleza y vestimentas. Es un álbum que genera una atmósfera de cuento de hadas, con el misterio de dos niños perdidos en la pequeña canoa (curragh) con destino a la Isla de la Niebla, un lugar envuelto por el misterio de las leyendas, mitos y creencias y del que sus padres les advierte que no se acerquen. Es una conexión evidente con la tradición oral y los cautionary tales. Arrastrados por las corrientes y la niebla, viven una aventura que, como no, tiene un giro gozoso y de celebración a través de un personaje estrafalario (que les introduce en otro elemento de la tradición oral como los mitos y leyendas en su explicación del mundo, en esta ocasión más científica en los armatostes que se presentan) y, envueltos en una paleta de colores grisáceos, verdes y azules nos sumergen en parajes oníricos
En ese encuentro también hay una ilustración en contraposición al uso de esta paleta, con el horno (otro elemento que nos recuerda a Hansel y Gretel) y su visión volcánica con un centro visual anaranjado e intenso en la profundidad del foco. También, hay música y celebración (elementos recurrentes en su obra como en la inédita en español, Trémolo), con la presencia de múltiples personajes y detalles en los que articula su discurso tan personal. Y, como no, una mirada al pensamiento fantasioso de la infancia. Aquella que el adulto, tal vez, ha olvidado que una vez le ayudó en la construcción de su mundo. Como lector, también hay elementos que me llevan a otras obras del propio autor e interpreto un pequeño guiño a Maurice Sendak (que aprovecharé para explicarla a la manera de Monterroso: cuando se despertaron, la sopa aún estaba ahí). Posteriormente, otra obra que transmite una sensación ambiental similar es Non-stop (2019), aunque en este caso más opresiva y centrada en aspectos futuristas o evocadora de lugares al límite como si nos adentrase en Brazil de Terry Guilliam.
En definitiva, El hombre niebla es un álbum
extraordinario en su propuesta artística y con una factura de cuento clásico
que juega con las estructuras y desencadenantes del conflicto narrativo prestigiando
el sentimiento de aventura y descubrimiento frente a la moralidad sobre cómo
actuar desde los convencionalismos adultos. Un libro que es una oda al lugar que le acogió, pero como lectores tan
solo podemos expresarle nuestros agradecimientos por acogernos con sus
historias. Una oda a un autor fuera del tiempo.
“What drove me into children’s book literature? I would
say to conceive tales that I myself would have liked as a child. The child in
me, call it arrested development, has been present, lingering throughout my
career. An element of innocence, providing wonderment and discovery is like a
thread running through what I do and stitching it all together..”
Tomi Ungerer. Fragmento de su página web
Fran Martínez
Web de la editorial: https://www.loguezediciones.es/libro/ver_libro_coleccion?id=263
Web de la autor: https://www.tomiungerer.com/art/
Entrada de Ana Garralón (2012): Tomi Ungerer, el inclasificable.
https://anatarambana.blogspot.com/2012/09/tomi-ungerer-el-inclasificable.html
Muy recomendable el documental de Tomi Ungerer, Far out isn't far enough .2012
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