Título: La casita de chocolate
Texto:
J. & W. Grimm
Ilustraciones: Pablo Auladell
Traducción: Marta Rincón
Editorial: Kalandraka
Colección: Libros para soñar
Año: 2008
Páginas: 40
Encuadernación
y formato:
22 x 22 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Conectando con las entradas de esta semana y el reflejo en
la tradición oral de las condiciones de clase en las que circulaban estas
historias. La pobreza y la falta de sustento de la familia que decide abandonar
a los niños en el bosque y que recogida por los Hermanos Grimm es interpretada
visualmente por Pablo Auladell con su inconfundible maestría que también aplicó
a cuentos de Hans Christian Andersen en la colección de Anaya en la que
participaron nombres que hoy son considerados como referentes indiscutibles en
la ilustración: Elena Odriozola y Javier Sáez Castán. También, fue una práctica
habitual en la editorial Kalandraka la reilustración de este patrimonio
cultural, desde la Caperucita de Rodríguez Almodóvar que ilustró Marc
Taeger como uno de los diferentes ejemplos, entre otras adaptaciones de la
tradición oral. Entre los cuentos que pervivieron en el imaginario colectivo, Hansel
y Gretel ha sido uno de los que no ha precisado de una adaptación canónica
de Disney, pero también ha tenido ediciones que eliminaban muchos de los
elementos más controvertidos para acomodarlos a la moral adulta de blanqueamiento
de la infancia.
Historias recogidas por los Grimm que, desde la séptima edición en 1857, también cuentan en la actualidad con adaptaciones desde nuevas perspectivas artísticas de este cuento por parte de Anthony Browne o Lorenzo Mattotti, como ejemplos de grandes ilustradores que han transmitido ese ambiente en el que la oscuridad y la pobreza eran parte del paisaje de una narrativa que ha formado parte de la infancia. En este caso, en La casita de chocolate Pablo Auladell, plasma con maestría en sus representaciones con un aire siniestro en las caretas de los personajes como una pesadilla veneciana y espantapájaros, las dos caras del bien y el mal y la representación de la bruja como un ave de mal agüero. Y una ilustración a doble página sin texto en la llegada a la casita de chocolate que es cautivadora. Detalles que se reflejan en la simetría desde las guardas con la misma imagen opuesta y en negativo, primero del cuervo y, en las guardas finales, Hansel y Gretel. La naturaleza con aire mitológico, las miradas humanizadas de la naturaleza en los árboles oscuros, siluetas, extraños artefactos a vapor, extrañas figuras con semblante humano y figura mitológica unida a la degradación como si observásemos la erosión visual de la memoria. Un espacio donde la sugerencia está por encima de la ilustración minuciosa y la mancha como espacio simbólico de una historia conocida que evoca más que plasma. Espectrología como diría Derrida.
En líneas generales, el aire sombrío de la historia es capturado a la perfección por Pablo Auladell y que, en definitiva, ofrece muchas claves para su obra posterior con ejemplos como La feria abandonada (2013), Dorothy (2017) o El Paraíso Perdido (2018) o la reciente ilustración de la selección de poemas de Antonio Machado también publicados por Kalandraka. Una maravilla en la que deleitarse visualmente.
Fran
Martínez
Web de la editorial:
https://www.kalandraka.com/la_casita_de_chocolate-978-84-96388-83-3-castellano-548.html
Instagram Pablo Auladell
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