Título: Todo bajo el sol
Autora
e ilustradora:
Ana Penyas
Editorial: Salamandra
Año: 2021
Páginas: 160
Encuadernación
y formato:
24,9 x 17,7 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Han sido décadas de vergüenza para los que somos de la
Comunitat Valenciana y la corrupción con la que hemos convivido con sus
representantes políticos. El límite de lo intolerable y la inexplicable
continuidad institucional del desfalco más deshonroso. Todo daba igual.
Imagínense vivir sin consecuencias (es irrisorio el recorrido penal que han
tenido todos estos casos) y como el resto hemos observado impávidos. Para
nuestra suerte, y desmemoria, la obra de Ana Penyas (Premio Nacional de Cómic
en 2018) transita por cuestiones incómodas que suelen soterrarse bajo la idea
de “no abran heridas”. Es decir, agradezcan ser miopes en el país de los
ciegos. Bueno, directamente no miren. En el blog ya dedicamos una entrada al
gran álbum Mexique: el nombre del barco en el que ilustraba el texto de
María José Ferrada o, el también recomendable En transición con textos
de Alberto Haller (aquí hay un espacio en el que algunos prefieren denominarlo
novela gráfica pese a que utiliza como unidad narrativa la doble página del
álbum y una extensión de 32 páginas). En nombre propio el celebrado Estamos
todas bien y, ahora, este Todo bajo el sol sigue reflejando la
evolución de un modelo urbanístico que, encarnado en Valencia, representa
muchas historias en las que la connivencia sin prejuicios entre política y
empresarios movidos por objetivos crematísticos es el motor sobre el que
construir la ilusión del bienestar bajo máximas simplistas.
Sobre su proceso de creación, documentación y técnicas
empleadas para su nuevo cómic (mejor llamémosle novela gráfica, ya saben todo
aquello de los bonos culturales en los que salen representantes políticos
advirtiendo de la desfachatez de gastarlo en cómics o videojuegos) les
recomiendo esta charla con Álvaro Pons en La Nau en València:
En ese espacio creado entre el tratamiento de las imágenes de su proceso de documentación y sus ilustraciones Todo bajo el sol nos lleva a los orígenes del modelo de explotación turística de la época de Franco, su propaganda, aquello tan rancio de las suecas y la concepción simplona del pan y circo. La idea de modernidad. 1969 (año de debut de The Stooges o del Karma de Pharoah Sanders y de Apocalypse Now, El Padrino y 2001: Odisea en el espacio o El bueno, el feo y el malo) la primera línea de playa y los hoteles (el Palace) y la historia de Alfonso buscando trabajo como anclaje a un personaje para el lector y, en segundo plano, el trasiego a la sombra de tratos de favor. El paso del tiempo entre las partes del cómic se realiza con una previa de imágenes relativas al imaginario popular de aquella época, como en 1987 (año de nacimiento de la autora), en el que vemos imágenes del 1,2, 3 con Maira Gómez Kemp (y aquellos míticos premios del apartamento en Torrevieja como el sueño dorado de aquellos días), y de fondo el conflicto de los astilleros en Cádiz (en el fondo narrativo por las noticias que aparecen en la televisión).
Cada capítulo tiene la visión de un protagonista (la abuela Dolores) y el traslado de la familia al barrio del Cabañal: la playa, los aviones que lanzaban los balones de Nivea (algunos aún nos acordamos hasta del helicóptero de Tulipán) y la idea de prosperidad bajo el manto del modelo de las tres “S” (en inglés: sea, sun & sand). La historia de Dolores está repleta de ternura y nos recuerda a su anterior cómic, Estamos todas bien, además de regalarnos una de las imágenes más bellas: la entrada en el mar con su bañador. Ese espacio temporal se cierra con una de las imágenes más icónicas para los que ya tenemos una edad con la idea de la programación del desaparecido Canal 9 (tremendos pufardos pegaron allí también) similar a la sexualización (aquella idea de la España del destape) que nos impuso Vasile y que en el Show de Joan Monleón estaba representado con chicas que portaban dos huchas ubicadas a la altura de sus pechos y en el que los televidentes llamaban para escoger cuál querían para, de un martillazo, llevarse el premio en metálico de su interior (deu mil pesetes!).
Los hijos de la familia crecen, 1996, el momento en el que la idea bohemia de la rave como ideario punk y la ruta del bakalao pasó a convertirse en un chiste en el que la juventud de esa generación participaba (madre mía, ACTV o los recopilatorios Lo más duro) como modelo de entretenimiento de fines de semana maratonianos (y consumo, los botellones en el parking antes de entrar a la discoteca). De fondo, la vida del barrio y los mensajes publicitarios, el modelo de ocio nocturno y las relaciones (divertidísimo el encuentro sexual) y una vista sobre los edificios y las construcciones ganando terreno a la costa (bendita ley de liberalización del suelo, ¿verdad?). Como interludio para el cambio de año, un incendio (les va sonando más la cantinela, seguro, por lo menos aquí recordamos mucho lo que se construyó en Benidorm de las cenizas de un incendio). Año 2000, sigue el auge urbanístico y se expande desde la costa hasta las zonas limítrofes, expropiaciones de terreno y la transformación del paisaje (El pocero estaría encantado de ver esas ilustraciones) con la aparición de nuevos complejos residenciales. ¿Intuyen hacia dónde vamos?
Fran
Martínez
Web de la editorial
https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/37634-todo-bajo-el-sol-9788416131785
Web de Ana Penyas
Instagram Ana Penyas
No hay comentarios:
Publicar un comentario