Título: La casa
Autor: J. Patrick Lewis
Ilustrador: Roberto Innocenti
Traducción: Silvia Pérez Tato
Editorial: Kalandraka
Año: 2010
Páginas:
Encuadernación
y formato:
5 x cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Cómo un ilustrador amplifica
un texto por las decisiones que toma al respecto a la ilustración. Esta semana
hemos tenido el cómic de Ana Penyas y, de una manera similar, con este álbum no
podemos olvidar otra obra de arte como Aquí de Robert McGuire. En
formato álbum hay una buena cantidad de ejemplos y, a modo de memorias de un
espacio, otra casa como The house by the lake convirtiendo el texto de
Thomas Harding a un álbum con las ilustraciones de Britta Teckentrupp. La
casa es un álbum escrito por J. Patrick Lewis e ilustrado por Roberto
Innocenti (Premio Andersen de ilustración 2008) que Kalandraka publicó en 2010.
Vuelta de una pareja que ya había creado otra maravilla en formato álbum como El último refugio (2003) en el que
recuperan el elemento de la memoria y el recuerdo en este sensacional álbum. La
historia nos cuenta el paso del tiempo durante el siglo XX a través de una casa
construida, como se aprecia en el texto introductorio, en 1656, año de la
peste. El libro se compone por secciones en las que se observa una pequeña
ilustración y un texto que dan lugar a una ilustración a dos páginas para, de
esta manera, introducirse en el descubrimiento de ese lugar que ha visto desde
sus ventanas y el crepitar de sus cimientos el paso del tiempo. Espectadora
impasible de la historia de un territorio, siempre acogedora.
Se trata de un libro
fascinante, cuyas ilustraciones hablan por sí mismas, sin la necesidad del
texto que nos cuenta, al igual que el cine mudo, lo que ya podemos deducir por
la escena. Por otra parte, tan necesario para la comprensión del joven lector
de las idas y venidas presenciadas en la historia de la casa que es, en
definitiva, la de nuestra cultura. Estas ilustraciones transcurren en un único
plano que nos permite observar la evolución y los cambios que se producen en
ella durante el siglo XX. Estaciones, nacimientos e incluso guerras suceden
entre las paredes y los alrededores de esta gran casa familiar. La fuerza y el
virtuosismo de Innocenti llena de detalles cada ilustración, que podemos
comparar, remirar, analizar e indagar durante horas y horas. La maestría de
Roberto Innocenti nos muestra una profunda documentación histórica que nos
desvela en cada página el modo de vivir a través de los personajes, sus ropas,
costumbres, acontecimientos familiares, sus labores y trabajos, así como los
objetos típicos de la época en la que viven. Así, como sus gestos y expresiones
ante cada acontecimiento.
A través de las
ilustraciones podemos apreciar como el paso del tiempo deteriora lo que en un
momento fue una casa llena de alegría y vida. Se discierne también cómo la
sociedad evoluciona y se pierde la perspectiva del mundo rural para dar paso a
la sociedad moderna, que en ocasiones conlleva la pérdida de su esencia. La
obra comienza con el hallazgo de una casa deteriorada, que hace muchos años
dejó de tener vida, fue abandonada y olvidada, pero su descubrimiento por parte
de estas nuevas personas traerá luz y calor a las paredes que un día albergaron
generaciones de familias. Estos nuevos habitantes reconstruirán la casa y
durante todo un siglo nos convertiremos en espectadores del desarrollo de los
acontecimientos de cada época. Finalmente, la casa perderá a su último
habitante y volverá a quedar abandonada, pero como ocurre en ocasiones, esta
casa volverá a revivir readaptándose a la nueva sociedad y enseñando esos
cambios modernos que ha sufrido. Es una metáfora clara de cómo cambian las
sociedades, tal vez evidente en sus fachadas, pero con un esqueleto que se
mantiene a través de generaciones y la misma misión: acoger.
El formato del álbum, y
de gran tamaño como es costumbre en la obra de Roberto Innocenti, permite
compaginar la escasez del texto con otras ilustraciones a doble página en el
que detallismo del ilustrador sirve como excusa para adentrarse a su
exploración. Esta revelará al lector visiones de un lugar perdido, una conexión
con el recuerdo de la vida de otra época, las memorias y diferentes tesituras
que viven las diferentes familias y generaciones. La comprensión del tránsito
de las diferentes personas a través de un lugar, un espacio inamovible, que
recuerda las múltiples historias impregnadas en cada ladrillo. Una puerta
abierta para el diálogo en el aula sobre las acciones y consecuencias que
dejamos a nuestro paso. Tal vez, también conversar sobre cómo esperan que sea
ese paisaje el próximo siglo. En definitiva, La casa es una obra con una gran carga visual que transmite el paso
del tiempo y las diferencias sociales que podemos encontrar según el siglo en
el que estemos. Una obra digna de conocer.
Fran
Martínez
Web de la editorial
https://www.kalandraka.com/la_casa-978-84-92608-23-2-castellano-834.html
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