Título: Cancionero infantil
Selección:
Marta Vidal
Ilustradora: Noemí Villamuza
Editorial: La Galera
Año: 2012
Páginas: 208
Encuadernación
y formato:
16,8 x 23,6 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano.
Reseña:
Si la entrada de ayer dedicada a los aspectos más
relacionados con la investigación literaria de Pedro Cerrillo y César Sánchez
Ortiz sobre el Cancionero popular en educación, en este caso nos
centramos en una recopilación de formato centrado en la recopilación de estas. Ambas
referencias son complementarias dado el glosario del manual reseñado ayer y la
propuesta en la selección de Marta Vidal en este Cancionero infantil,
deliciosamente ilustrado por Noemí Villamuza que nos ha acompañado en estas
primeras entradas del año con el Libro de nanas y ¡A la Luna, a las
dos y a las tres!
En esta selección de textos encontramos una interesante
clasificación temática que recorre los espacios habituales de la infancia. En
primer lugar, el espacio se abre con las Nanas con una selección de
canciones de cuna breves (Esta niña tiene sueño, A la nanita nana o
Arrorró la nena) que nos llevan a la noche y la naturaleza envuelta de
elementos cotidianos en los que destacaría la historia de Duerme, negrito
en el que se introducen aquellos elementos que se repasaban en la entrada del
Libro de nanas y la figura femenina en la crianza:
“Duerme, duerme,
negrito,
que tu mamá está
en el campo,
negrito.
Trabajando sí,
trabajando duramente.
Trabajando sí,
trabajando y va de luto.
Trabajando sí,
trabajando y va tosiendo.
Trabajando sí,
trabajando y no le pagan.
Trabajando sí, pal
negrito chiquito.
Trabajando sí, va
de luto sí.
No le pagan sí, va
tosiendo sí.
Trabajando sí,
duramente sí.” (pp.26-27)
Siguiendo con el formato afectivo una sección dedicada a
Mimos y fórmulas breves como el Cura sana y las canciones de deditos (a
las que dedicaremos una entrada dedicada a la figura de Ana María Pelegrín).
Estos juegos también han creado una literatura en formato álbum y en cartoné
para la primera infancia con ejemplos como los de Gustavo Roldán con Breve historia
de un huevo, los Cinco lobitos de Estrella Ortiz y, como no, otra
delicia ilustrada de Noemí Villamuza con el poema de Ignacio Sanz en El
bosque animado (en esta ocasión es una composición con autoría). Muchos
ejemplos en pequeño formato que recogen esa musicalidad que tan buenos resultados
editoriales a dado para Margarita del Mazo, Mar Benegas y Antonio Rubio. El
elemento fundamental, como no, es la afectividad de esos juegos en el que la
palabra media.
Cada sección nos conduce desde esos juegos y musicalidad a
lugares comunes como las canciones para jugar con la mímica en Gestos,
las canciones dedicadas al conteo en la sección de Números que nos recuerda
que el mundo de la primera infancia está repleta de estos elementos y la
interdisciplinariedad del lenguaje (una manera de que establezcan la cadena
numérica de manera ordenada y secuencial a través de símiles y juegos con los
dedos). Obviamente, además de estos elementos que aparecen en el imaginario de
la infancia hay espacio para Los animales y Las estaciones.
La parte final nos lleva al patio con los Juegos y
los Bailes, para cerrar con la musicalidad propia del folclore cultural
de la Navidad y los Villancicos. Este aspecto rítmico se completa con un CD que
contiene 19 textos de la selección y que nos recuerda el ritmo de esas
composiciones. Un aspecto que me resulta interesante de esta recopilación es el
acompañamiento musical escogido por Mariona Sans y Enric Espinet: una opción
que opta por la brevedad y el acompañamiento reducido a elementos muy
primitivos y sonidos casi de juguete (que sin ser ornamentado igual, me
recuerda a Pascal Comelade) y el empleo de coros infantiles en las canciones de
juego. Otras colecciones optan por diferentes estrategias, pero interesantes en
la recuperación de canciones populares (como también en la colección En
clave de sol de la editorial Ekaré).
Este último apunte musical es porque el cancionero popular
ha tenido diferentes momentos en los que han aparecido musicalizados con gran
éxito como lo fueron en su día los Cantajuegos (o podemos buscar otros ejemplos
en espacios dedicados a la infancia en televisión). El problema de esas
colecciones era la artificialidad de los acompañamientos musicales y, pese a
que conectó a una generación de familias a esas letras, las alejaron al ser un
recurso afectivo que se sustentaba en la pantalla y no en el formato de
interacción entre la persona adulta y el niño.
En conclusión, esta selección de textos de Marta Vidal acompañados
de la sutileza en los trazos bocetados de Noemí Villamuza hacen de este
Cancionero infantil una referencia necesaria en las estanterías de las
bibliotecas personales de maestros y, como no, de las familias.
Fran
Martínez
Web de la editorial La Galera:
https://www.lagaleraeditorial.com/es/cancionero-infantil-978-84-246-4318-8#.X_rhW-hKjIU
Web de Noemí Villamuza
https://www.noemivillamuza.com/
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