En la primera entrada, el repaso por tres títulos de los libros de Antonio Ladrillo nos dio una imagen de su exploración artística con el formato del libro-álbum. En esta, nos centraremos en los títulos editados en Fulgencio Pimentel e hijos. En la información de la editorial, leemos como también aparecen citas de otras reseñas como en O Fluxo en la que hablan de la influencia de autores como el sueco Olle Eksell, además de los mencionados previamente Bruno Munari. En esta colección de títulos, también resaltamos la voluntad editorial de ofrecer libros con propuestas artísticas como las del propio Antonio Ladrillo, María Ramos (con títulos como Bubble Gum Boy o Picnic, encontramos muchas similitudes con estos títulos de Antonio Ladrillo por la propuesta visual) y Manuel Marsol que configuran un catálogo que no deja de sorprendernos.
Comenzamos.
Título: Ser un fantasma es lo mejor
Autor
e ilustrador: Antonio
Ladrillo
Editorial: Fulgencio Pimentel e hijos
Año: 2016
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
17 x 23 cm. Tapa dura.
Idioma: Castellano
Reseña:
El primer título publicado supone una exploración del contraste
con el empleo del negro y el blanco y en su web como pintor observamos sus
trabajos pictóricos en la serie Crash (con el uso del spray) o en los
diferentes A3 que aparecen en sus Work 377, Work 381 y Work
382 de 2017. Ese contraste que se emplea para un álbum artístico a través
de la exploración del contraste y el color con las expresiones de ese fantasma
que nos cuenta en primera persona sus aficiones y gustos durante la noche. En
este caso, el verde será el que proponga la forma que simbolice los lugares que
el texto describe. Un juego con el texto en el que las formas representan una
narrativa plenamente gozosa y con momentos divertidos como el juego con “salir
mirando cuando nadie mira” en el que nosotros como lectores estamos mirando y,
precisamente, sus ojos desaparecen. La posición varía y genera el espacio
narrativo para la interpretación visual. Esa ilustración, junto a la que
corresponde a “Atravesar las paredes” son las que dejan la ilustración en el
contraste del blanco y negro. Curiosamente, son en esas acciones descritas que
hablan de atravesar, salir al jardín o volando, son las que sacan las expresiones
del fantasma de la página.
Un libro en el que de nuevo las expresiones del fantasma continúan
con la colección de caras y que con elementos mínimos sirven para la representación
e interpretación de sus estados de ánimos. El texto, en primera persona como se
apuntó, presenta una narrativa que se centra en una situación inicial en la que
sirve de colección de actividades con las que disfruta el fantasma e invita al
lector a descubrir ese mundo de los miedos desde una óptica humorística para
que, al final del libro, el conflicto y su resolución sean un elemento que
ocupe dos dobles páginas: se da cuenta que se hace de día y su marcha.
Aparecen elementos que son clásicos de los miedos como las
arañas o los murciélagos y, a la manera de Tomi Ungerer para primeros lectores,
propone un libro con un protagonista que tradicionalmente es visto como un
villano en el imaginario infantil. Un álbum gozoso y en el que el juego con las
apariciones en cada página del fantasma tiene un factor sorpresivo y humorístico.
Tremendamente gozoso y un álbum con el que disfrutar con los prelectores,
perfecto por su contraste visual y la expresividad de una propuesta minimalista
y altamente efectiva.
Web de la editorial
https://www.fulgenciopimentel.com/libros/ser-un-fantasma-es-lo-mejor
Título: Montañas
Autor
e ilustrador: Antonio
Ladrillo
Editorial: Fulgencio Pimentel e hijos
Año: 2017
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
17 x 23 cm. Tapa dura.
Idioma: Castellano
Reseña:
Otra característica en los libros de esta colección es que
prescinden de elementos clásicos en el diseño del álbum como las guardas y todo
el formato está pensado para ser narrativo. En Ser un fantasma es lo mejor, tiene
lógica la materialidad en otorgarle una camisa al álbum para jugar con la
representación del fantasma y darle una materialidad narrativa. Con Montañas,
la secuencia sigue a doble página y portada y contraportada servirían de
elemento narrativo de entrada en un álbum que nos muestra de nuevo el recorrido
por un libro similar a los libros de primeros conceptos con las montañas como
protagonistas en los que explorar con la forma y el color las interacciones de
un personaje que, curiosamente, no tiene expresión facial en contraposición con
elementos inanimados como la montaña. Es divertido ver como humanizados los
elementos naturales y dejar en un estado inexpresivo al niño que interacciona
con ellas.
Con Montañas, volvemos a las ideas de posición de las
que hablábamos en la entrada anterior propuestas por Bang (2000) y el dinamismo
de estas a partir de elementos geométricos y una interacción del personaje que
otorga el ritmo de la narración. El dinamismo en la primera página desde la
montaña en diagonal y la direccionalidad del niño subiendo. Los ojos de las
montañas nos dirigen hacia las acciones del personaje, excepto en “montañas
para refrescarse” que nos dejan más libre la interpretación humorística sobre
qué representa el afluente en el que se refresca el personaje. Y, dentro de la
editorial, sirve como compañero perfecto para Yokai
(La montagne) de Manuel Marsol y Carmen Chica. Y, por la propuesta estilizada,
también podemos mencionar a otro gran ilustrador como Bernardo Carvalho y su
reciente ¡Patata!
En la Editorial Barrett.
Diferentes colores y formas para las montañas, inclinaciones
inicialmente prototípicas de la representación de las montañas para introducir
variaciones en la forma que desafían ese prototipo de montaña triangular:
formas rectangulares, circulares y un personaje que se va disponiendo, jugando
con el pliegue de la página alternando su posición después de un inicio en el
que pasa del margen izquierdo al derecho e incluso encontrar amigos. Juegos de
composición con los colores como por ejemplo a final del libro: montaña gris,
mazo azul y, en la siguiente página, montaña azul y libro gris. Juegos sutiles
en las variaciones que representan sus libros y que nos adentran en un juego de
percepción a diferentes niveles. Y, en todo momento, asegurando la lectura
gozosa eliminando el aspecto narrativo del conflicto.
Web de la editorial
https://www.fulgenciopimentel.com/libros/monta%C3%B1as
Título: Yo
Autor
e ilustrador: Antonio
Ladrillo
Editorial: Fulgencio Pimentel e hijos
Año: 2017
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
17 x 23 cm. Tapa dura.
Idioma: Castellano
Reseña:
El último título publicado en esta serie de libros, YO,
propone un juego metaficcional y profundiza en la idea del límite del pliegue y
la simetría en este caso con los diferentes elementos del álbum. En este caso,
las guardas aparecen y sirven para jugar como elemento simétrico en el álbum y
pueda verse como un flipbook en el que pasar las páginas para obtener esa
sensación dinámica con el pliegue como espejo. Un libro sin texto que trae a mi
mente dos artículos que leí este año y clásicos dentro de la investigación del
álbum sin palabras. Ambos con una década de diferencia como los de Groff (1978)
y Knudsen-Lindauer (1988), representando dos polos diferenciados.
El primero (Groff, 1978), presentaba objeciones a este tipo
de libros en la alfabetización inicial: retrasaba el proceso en el inicio de su
lectura al no contener texto y, en segundo lugar, que el componente artístico
no tenía una relación con el desarrollo del pensamiento abstracto. Esto surgía
como crítica al escaso esfuerzo mental que suponía la recepción de las imágenes
(como ver la televisión) frente al acto de la lectura del texto. Curiosamente,
unos principios que rápidamente fueron desmontados en una gran cantidad de
investigaciones, aunque no me detendré ahora en ese punto.
En el extremo opuesto, y con más aceptación acerca de las
bondades del álbum sin palabras, Knudsen-Lindauer (1988) señalaba estos libros
como grandes instrumentos para la alfabetización visual y las ventajas que esa
tipología de álbumes presentaba en el desarrollo de diferentes habilidades del
lenguaje.
Unido al juego metaficcional, YO, es un álbum que explora
las posibilidades del álbum y un juego de Antonio Ladrillo a través del formato
y la simetría para la elaboración de una narrativa a través de la materialidad
del álbum y sus elementos. Una pelota botando, una niña sorprendida por la
peculiaridad del espacio simétrico y el descubrimiento de su reflejo y la
aparición final de un animal que se verá envuelto en la misma sorpresa en el
espacio. Y, de nuevo, su exploración de un hecho tan sorpresivo es una llamada
para la diversión a través del descubrimiento de las reglas de ese juego de
espejos. En este caso, si que hay una narrativa que presenta un conflicto al
mostrar al inicio la sorpresa y, posteriormente, la celebración del juego con
su alteridad.
Si estamos acostumbrados en sus álbumes a entender la doble
página como unidad narrativa, en este caso, el pliegue sirve para presentarnos
dos mundos conectados y una manera de acercar al prelector al reconocimiento de
estos elementos. Volviendo a un ilustrador mencionado como Bernardo Carvalho,
un juego con el pliegue como el que realizó junto a Daniel Fher en La pelota
amarilla o por el trazo de Jean Julilen en ¡Esto no es un libro!
Web de la editorial
https://www.fulgenciopimentel.com/libros/yo
Título: Un… mundo maravilloso
Autor
e ilustrador: Antonio
Ladrillo
Editorial: Fulgencio Pimentel e hijos
Año: 2017
Páginas: 64
Encuadernación
y formato:
17 x 23 cm. Tapa dura.
Idioma: Castellano
Reseña:
Aunque se publicó antes que el álbum YO, la extensión de este Un…mundo maravilloso sirve como broche de oro para los títulos publicados en Fulgencio Pimentel. En esta ocasión, se dobla la apuesta por la extensión y en este paseo por la vida en la que sus páginas se alternan en tres colores: azul, verde y rosa, encontramos la mirada de un niño sobre el mundo empleando definiciones sobre conceptos que dejan espacio para que la imagen y el texto se complementen para generar su significado. Un libro que incluye una reflexión sobre la vida y con un desenlace narrativo más que interesante al descubrir la situación del protagonista. No hay ninguna carga dramática sobre el hecho que subyace, sino que la vida y sus pequeñas cosas son apreciadas con pureza, imaginación y naturalidad. En la vida, hay espacio para deleitarnos con las maravillas que nos ofrece en su colección sensorial. También, hay momento para descubrir que otras cosas son efímeras y que no todas las personas tienen las mismas posibilidades.
De nuevo, el trazo desaparece para primar la forma, el estilo y la composición en el uso de colores de cada página, fragmentos silentes, sensaciones como pasear por la hierba, abrazar amigos silenciosos, encontrar amigos y descubrir en la naturaleza espacios para la imaginación. Sencillo, cándido y, como no, sin aditivos. Narrativamente, el texto y las imágenes, es su álbum más poético (en el sentido convencional, adjetivo que tan raro y para nada pretende ser peyorativo). Un viaje a través de la mirada de la infancia (si alguna vez ven Yi-Yi de Edward Yang, entenderán como metáfora visual aquello de la mirada de la infancia en su pequeño intérprete). En Un...mundo maravilloso, la colección de momentos definidos con sutileza también nos recuerda a títulos en los que se abordan de manera específica aspectos que conectan con el personaje (De noche en la calle de Ángela Lago o Una vida cualquiera ilustrado por Jutta Bauer) y que no son tan habituales dentro de la Literatura Infantil. Una lectura con la que crecer.
Un libro que nos rodea de naturaleza, flora y fauna, de vida y lugares que olvidamos que son el espacio en el que dejar volar la imaginación. Un libro puro, sin artificios, espléndido. Un viaje por los sentidos, la aventura de la vida (en su sentido más amplio). Broche de oro para sus álbumes en la editorial Fulgencio Pimentel.
Web de la editorial
Fran
Martínez
Web de la editorial:
https://www.fulgenciopimentel.com/libros/un%E2%80%A6-mundo-maravilloso
Web Antonio Ladrillo
https://www.antonioladrillo.com/
Instagram Antonio Ladrillo
https://www.instagram.com/antonioladrillo/?hl=es
Web Antonio González
https://www.antoniogonzalez.me/
Canal VIMEO
https://vimeo.com/antoniogonzalezartist
Referencias
Bang, M. (2000). Picture this: how pictures work. SeaStar
Books.
Groff, P. (1978). Critic’s corner: Art and reading: Is there
a relationship? Reading World, 17(4), 345–351. https://doi.org/10.1080/19388077809557440
Knudsen-Lindauer, S. L. (1988). Wordless books: An approach
to visual literacy. Children’s Literature in Education, 19(3),
136–142. https://doi.org/10.1007/BF01127091
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