Título: La ciudad
Autor
e ilustrador: Armin
Greder
Traducción:
Eduardo Ávalos Vélez y Héctor Rodríguez de la O
Editorial: Océano Travesía
Año: 2012
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
21,5 x 31 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Retomando las metáforas que proponía a partir del álbum de Adolfo
Serra en El bosque dentro de mí, tal vez se puede caer en un discurso
naíf sobre la naturaleza y el sentido cíclico de la vida o el significado de
crecer. También, un álbum sin palabras da ese margen para la interpretación del
lector y, para contrarrestarla un viaje hacia el otro lado con la ayuda de uno
de los autores que presenta en su catálogo grandes ejemplos para cuestionar los
valores sociales de nuestro tiempo a través de la ficción en formato álbum: el
suizo Armin Greder (1942). En la anterior reseña, la ciudad aparecía como
antagonista de la fantasía que sugería el mundo del bosque, sus leyendas y el
escondite para símbolos de la infancia. En este caso, sucederá todo lo
contrario.
Con la estructura de una narración clásica, “Hace mucho
tiempo en un lugar muy lejano…” nos devuelve a una historia compleja que
sigue con la estructura narrativa quinaria con una primera doble página que
sirve como situación inicial con la madre que acuna en sus brazos a su hijo
recién nacido, bello y hermoso y que nos presenta en cuatro imágenes sus
cuidados: la toma del pecho, el cambio de pañales, los mimos y la vigilia mientras
el bebé duerme plácidamente. En un instante subraya las cuatro bases de los
cuidados de los recién nacidos: alimentación, higiene, afectos y sueño.
El inicio del conflicto se presenta con la paleta habitual en Greder, su uso expresivo del negro, y la mirada perturbadora del bebé en sus brazos al que jura proteger después de la muerte de su padre en la guerra. En dos dobles páginas tenemos lo más horrible y lo más bello: la protección de la vida y la muerte cruel de la persona amada. Con el bebé aferrado, la ciudad queda atrás en una huida hasta una zona inhóspita y prácticamente desierta. Su promesa inquebrantable de protección y alejarle de las miserias de un mundo en el que no se puede confiar. De la misma manera, se secuencia el crecimiento del bebé y se contemplan los cuidados que su madre le confiere en ese lugar seguro y, súbitamente, un grupo de trovadores con máscaras y trajes coloridos aparece ante la mirada desafiante de una madre que tan solo quiere alejarlos de su pequeño lugar oculto, pero no puede evitar que el niño tenga curiosidad por conocer qué hay en la ciudad.
Y, alejado en su mundo, un día la madre fallece y esa burbuja de cristal se desvanece. Esta situación inicial me recuerda a la película Kynodontas (Canino) de Yorgos Lanthimos, curiosamente la edición original del libro y la película fue en 2009. Desaparecida su madre protectora (y la representación de los malos presagios con la bandada de cuervos oscureciendo el cielo), el rigor del invierno y su desprotección asolan al niño que, aislado, carece de rumbo. Si las secuencias previas, mostraban el despliegue de cuidados, en su salida de la casa encontramos el lado opuesto: la carga con los huesos de la madre para encontrar el lugar más apropiado para su entierro. En ese punto, la noche y el bosque aparece como el peor de sus miedos: perturbador, monstruoso, … una representación de cómo dejar atrás sus miedos y todo aquello que le impedía crecer: el protegerse a sí mismo. Ahora, ya puede iniciar su camino. Sabemos el destino, no cuál será su ventura. Tan solo que será suyo.
En este álbum, Armin Greder consigue un cuento clásico y oscuro para mostrar esa tendencia sobreprotectora de las familias sobre sus hijos y nos invita con esta narración a preguntarnos cuál es el límite en el que los cuidados y atenciones no son reflejo de una atención desmedida debida a los miedos que genera la maternidad. Un álbum en el que se refleja la orfandad y la sobreprotección, la vida y la muerte, el bosque y la ciudad. En este caso, un lugar que necesariamente precisamos para forjar nuestro rumbo. Normalmente, sus historias se catalogan como perturbadoras, pero básicamente son la necesaria herramienta para desmontar ficcionalmente aquellos aspectos que parecen formar parte de nuestra cultura hegemónica al respecto de la crianza y la figura materna. De la misma manera que limpiamos a los cuentos tradicionales de esos componentes escabrosos y que haría buena compañía con el Hansel y Gretel de Lorenzo Mattotti.
Armin Greder: inconfundible, implacable y necesario.
En un fragmento de una entrevista dijo sobre su trabajo:
"hope is not an abundant commodity in my stories. They are critical, not meant to give people pleasant dreams but rather to keep them awake, perchance even to make them think.”
Enlace de la entrevista Playinbythebook.net en 2016
Fran
Martínez
Web de la editorial
https://oceanotravesia.es/catalogo/libro/la-ciudad/
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