martes, 14 de diciembre de 2021

Entradas en azul. Kveta Pacovská. Alphabet. TATE

 

Título: Alphabet

Autora e ilustradora: Kveta Pacovská

Editorial: TATE

Año: 2012. Original: 1992

Páginas: 48

Encuadernación y formato: 24,4 x 24,4 cm. Tapa dura.

Idioma: inglés

Reseña:


Pese a que Alphabet es el libro que corona este encabezamiento, la entrada está dedicada a un paseo por los imagiarios de Kveta Pacovská (1928), que fue editado originalmente en el mercado alemán en 1992 y, ese mismo año, fue premiada con el Premio Andersen de ilustración. Como maestro de educación infantil siento una conexión especial con estos libros de primeros conceptos convertidos en obras de arte que en mi mente se ubican en la batidora de la ilustración rusa de principios del siglo XX, el arte abstracto con Paul Klee y la Bauhaus tamizados por el túrmix punk, el máximo contraste para una fiesta cromática carnavalesca, el collage y el surrealismo de Sedmikrásky [Las margaritas] de Věra Chytilová y la nueva ola checoslovaca. Libros sensoriales para tocar y descubrir, troquelados, fragmentos de láminas en espejo y personajes con expresiones con perfiles reconocibles en sus narices, ojos y pestañas. Una experiencia tridimensional para el lector infantil desde la explosión artística de una autora querida y reconocida a lo largo del tiempo.


Han pasado por el blog otros ejemplos narrativos o la mención a sus adaptaciones de narrativa de tradición oral, pero títulos como este alfabeto (ya pasó por el blog el de Sonia Delaunay y, como no, mencionamos el de Marion Bataille que también sería otro ejemplo dentro de ese grupo de alfabetos maravillosos), Uno, cinco, muchos o Colores colores serían otras de las joyas en las que se centra esta entrada. Y, como colofón absoluto de todo ese poder evocador y expresivo de su arte el ejercicio de estilo en el acordeón que editó en 2010 en Éditions des Grandes Personnes con Couleurs du jour (Los colores de los días) de 168 páginas. En su prólogo nos habla de cómo imaginaba los colores con 10 años: lunes, verde; martes, azul; miércoles, naranja; jueves, rosa; viernes, canela; sábado, marrón y domingo con las orejas amarillas. Este mismo fragmento lo leímos en el monográfico de la Revista Peonza en su especial de los números 75-76 en el que leemos esa eterna frase que siempre se asocia a su nombre: 

“El libro puede ser una primera visita a una galería de arte para un niño; podría ser un pequeño Museo de Palabras e Ilustraciones para hacer que el lector se sienta a gusto, libre y feliz. Es un “espacio abierto” para dar y recibir ideas. Es un museo para ti y para mí” (Revista Peonza, El color del ágora, p. 143)











Sobre el espacio que busca en sus creaciones y la complicidad en la cuarta dimensión con el lector se puede leer en las respuestas de la entrevista. Comentar sus obras una a una en esta entrada es irrelevante, una tarea inútil que depende del espectador en contacto con el libro vive fuera del pensamiento del adulto que puede comentar este libro y vive dentro del lector infantil que recibe esta explosión artística y sensorial. No seré yo el que hable del canon en literatura infantil (también es bastante infantil en sí el concepto), pero los álbumes de Kveta Pacovská ofrecen una experiencia única a la que seguiré disfrutando en el aula. 

 

 

 

Fran Martínez

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Referencia

Pacovská, K. (2006). El arte del libro ilustrado y yo. Asociación Cultural Peonza. El arte y el álbum ilustrado [Monográfico] Peonza75(76), 143-145.

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