sábado, 28 de mayo de 2022

Entradas en azul. Delphine Perret. Le plus bel été du monde. Les fourmis rouges

 

Título: Le plus bel été du monde

Autora e ilustradora: Delphine Perret

Editorial: Les fourmis rouges

Año: 2021

Páginas: 128

Tamaño: 19 x 25 cm

Reseña




“¿Estás listo?”

Así comienza el verano más bello del mundo: como un soplo en el corazón. Las referencias nos llevan por el título del único álbum (discográfico) que publicaron Javier Aramburu e Iñaki Gametxogoikoetxea bajo el nombre de Family. Vale, volvemos de un salto al álbum (libro): la historia que encierra es una mirada al corazón de la memoria y la construcción de nuestras vidas en torno al vínculo emocional que se plasma en las conversaciones entre una madre y su hijo. Una relación maternofilial que abarca una mirada a las generaciones precedentes y la reflexión sobre la transmisión desde progenitores hacia hijos (la madre también fue hija y así encadenadamente). Ahora, una vuelta al guiño musical y la alusión que este título conectó instantáneamente en mi cabeza: El bello verano.




Tu cara triste

Mi amor de plata

Podemos volver a empezar

Seremos delfines o ballenas azules

Viviendo en el fondo del mar

De nuevo, la constelación de referencias nos devuelve a la literatura y la obra La bella estate (El bello verano, 1949) de Cesare Pavese a la que hace alusión la letra de Aramburu. En este caso, es una novela de formación que también nos llevaría a otras referencias cinematográficas en las que el verano es un marco mental entre el cierre de un curso y el inicio de otro. El paréntesis vacacional para el remanso y el crecimiento, el recogimiento de lo familiar y el poso con el que afrontar desde otra mirada reflexiva nuestra relación con el mundo. El verano en el Levante es como una losa de membrillo que hace cada respiración más pesada y en el que una brisa a la sombra es tan solo una promesa fugaz. Como la de los chapuzones de David Hockney o la promesa de viaje del nadador de Cheever (y que llevó al cine Frank Perry). Creo que es momento de volver al libro.


Con el álbum Le plus bel été du monde recuperamos la peculiaridad de la ruptura de convencionalismos de la extensión del álbum, como en las últimas entradas se ha hecho alusión con He visto un pájaro carpintero, El pájaro que llevo dentro vuela adonde quiere, Et j’ai rêvé le jour o À qui appartiennent les nuages? (entre otros a los que se hacía alusión en la entrada). Álbumes dominados por su conexión con la memoria desde diferentes prismas. La autora, Dephine Perret, nos acompaña desde un diálogo que interpela tanto al mundo interior del niño como, transversalmente, el del adulto desde el acompañamiento de la madre. Esto se debe a la articulación del texto en diálogos que documentan pequeños momentos y en los que se generan diferentes motivos para diferenciar el tono de la obra: en este caso, la gorra y paisajes a doble página que sirven para una visión panorámica de los diferentes momentos del día reflejados en ese horizonte alejado de la ciudad. Aunque, ese viaje personal, tiene en el niño intentando anudarse los zapatos el reflejo del tránsito del verano. En la mirada del niño, el descubrimiento microscópico de los pequeños detalles que en la ilustración se presentan principalmente en blanco y negro. Una combinación entre acuarelas y plumilla que se combina entre sus diálogos en los que presenciamos momentos de intimidad entre madre e hijo, la celebración de visitas de familiares e inclusive la soledad. Diferentes estampas que tantos recuerdos nos despiertan: las despedidas de las visitas hasta que desaparece el coche de nuestra vista, por ejemplo.


Momentos presentes y recuerdos pasados se combinan en ese marco espacial y temporal de un tiempo vacacional que pasa con lentitud en las manecillas del reloj cada día y que nos sorprende cada vez que acaba. Un recorrido por sus diferentes emociones y sensaciones presentadas como instantáneas o fotogramas que en el paso de página quedan con nosotros como un recuerdo. Recuerdos que se manifiestan y la melancolía de evocar a personas que ya no se encuentran entre nosotros. Momentos que parecen intrascendentes y que se revelan como la escapatoria de la rutina abrumadora. Sorbos calmados y que se suceden en estas 128 páginas como una oda a la contemplación. Me recuerda que en septiembre del año pasado me dediqué a escribir sobre álbumes conectados al verano y, aunque sin palabras, El último verano mantiene ese aroma de conexión con lo iniciático y la conexión con la inevitable naturaleza expresada en pequeños ciclos en progreso. La manera con la que Delphine Perret combina esa sensación en los diálogos, la extensión y las ilustraciones convierten a este El verano más hermoso del mundo en un refugio en forma de murmullo apacible. Tal vez eso, a fin de cuentas, es nuestro paso por la vida. Un balancín en el que lo efímero y la permanencia se alternan. En el que siempre anhelaremos aquel verano.

 


 

Web de la editorial

https://editionslesfourmisrouges.com/en/produit/le-plus-bel-ete-du-monde/

Instagram Delphine Perret

https://www.instagram.com/delphine_perret_bonjour/