miércoles, 31 de marzo de 2021

Entradas en azul. Adolfo Serra. El bosque dentro de mí. FCE

 

Título: El bosque dentro de mí

Autor e ilustrador: Adolfo Serra

Editorial: Fondo de Cultura Económica

Año: 2016

Páginas: 64

Encuadernación y formato: 25 x 25 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano/ álbum sin palabras


Reseña:

Además de la tendencia semanal de narraciones intimistas, otra de las características es el empleo de acuarelas en las ilustraciones de estos álbumes que hemos encadenado en el blog. Una atmósfera intimista y onírica que se comparte, pese a que los tres marcan diferencias claras en su uso. En un álbum sin palabras aún es más evidente y más cuando se centra en la naturaleza y en la entrada al otro lado del espejo, de la fantasía, del espíritu del bosque. En ese sentido, estos álbumes guardan una conexión con Yokai y El tiempo del gigante de Manuel Marsol por esa aparición mágica de un espíritu guía o una alteridad que conecta con simbologías ancestrales y narraciones en la memoria de otras generaciones.


La apertura de interpretaciones es amplia y ese es el privilegio del álbum frente a otros formatos, especialmente cuando hablamos de álbumes sin palabras en los que la secuencia de las ilustraciones (a doble página) siguen con un perfecto guion que se revela con diferentes perspectivas y puntos de vista en los que las acuarelas nos envuelven en planos que tienen dos contrapuntos evidentes: el contrapicado, casi nadir, para observar la magnificencia del cielo estrellado y, su contrapunto con el ángulo picado casi cenital (sin llegar al extremo de Peter Sis en Madlenka) de la ciudad. Dos visiones del mundo que funcionan como el conflicto en este maravilloso álbum de Adolfo Serra (autor que también es entrevistado en el fabuloso Palabras e imágenes para asomarnos al mundo de César Sánchez Ortiz y Sergio Andricaín).


Adolfo Serra (Teruel, 1980) es un autor que se ha asomado al bosque desde la reinterpretación sin palabras de una de las narraciones icónicas como Caperucita roja (FCE, 2013) y, con El bosque dentro de mí, también sigue con ese escenario literario de los misterios del bosque (y premiado en el Concurso de Álbum Ilustrado del FCE). Misterios antepuestos a la ciudad, donde esos espíritus se diluyen. Ese bosque, esa capacidad para imaginar de la infancia que se pierde en la ciudad, en una metáfora entre el mundo de la infancia y el adulto. Ese ciclo se reproduce con una gran belleza, con la secuencia como forma narrativa perfectamente engrasada y los planos como manera de enfatizar el mensaje. Un recorrido que se inicia en el bosque y la aparición de esa parte oculta que conecta con el pensamiento simbólico de la infancia, el contacto con la naturaleza y el otro lado que nos acompaña hasta que el camino hasta la ciudad lo apaga y se desvanece.

También esa naturaleza cíclica tiene una interpretación de legado con el que la resolución del conflicto nos devuelve al punto de partida. Una bonita metáfora que el lector apreciará para conectarlo con total libertad en tantas cosas que se encienden y se apagan. Tan solo recordad: mantener vivas las ascuas.

Fran Martínez

Twitter

 

Web de la editorial:

https://www.fcede.es/site/es/libros/detalles.aspx?id_libro=19488

Instagram de Adolfo Serra

https://www.instagram.com/adolfoserra/?hl=es

martes, 30 de marzo de 2021

Entradas en azul. Micaela Chirif y Renato Moriconi. Dentro de una cebra. Limonero


 Título: Dentro de una cebra

Autora: Micaela Chirif

Ilustrador: Renato Moriconi

Editorial: Limonero

Año: 2018

Páginas: 44

Encuadernación y formato: 28 x 22 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:

Con la entrada dedicada a Yael Frankel y El ascensor, dedicamos la primera entrada a la editorial argentina Limonero que contará con más reseñas en este espacio. 2019 fue un año en el que recibieron reconocimientos por su labor editorial en la Feria de Bolonia y con este Dentro de una cebra, también colocaron un título en la lista de The White Ravens. Una progresión de reconocimientos que también le llegaron a Micaela Chirif con Más te vale mastodonte en 2013 que se alzó con el XVII Concurso de álbum ilustrado del FCE junto a la ilustradora Issa Watanabe (de quien reseñamos Migrantes) y, en esta ocasión, su obra se ilustra con el reconocido Renato Moriconi en una línea más cercana al extraordinario Bárbaro (FCE, 2015) que a los retratos de gran belleza pictórica de Teléfono descompuesto (FCE, 2013). Finalmente, Micaela Chirif también ha sido galardonada con el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños. Un año redondo.


Después de la reseña de Hablo como el río, seguimos con territorios de narraciones psicológicas en el que se reflejan los estados de ánimo de sus protagonistas, sus conflictos y emociones. En este caso, la combinación entre texto e ilustración dialogan de una manera más libre y abierta a la interpretación del lector. A partir del control del color en el que tan solo se emplean naranja-blanco y negro, se refleja el juego de luces y sombras en el que el entorno del protagonista se convierte en cebras a través del paso de la luz entre la ventana y la cortina estor. Así, en esa visión su entorno se transforma tanto del interior como del exterior (apreciamos la ventana de la caravana circulando). 


Una idea de tránsito en el que las emociones a veces toman el blanco y, otras, el negro. Un juego de sombras y emociones en una cotidianeidad aislada y que conecta con muchas de las sensaciones por las que hemos transitado en este año: hemos buscado entre las sombras y buscado luces para sortear las miradas de nuestros demonios (y una de las imágenes de estas formas conecta con otra de las ilustraciones de Bárbaro con las temibles serpientes elevándose), evocaciones de libertad, … Todo en una secuencia a doble página sin texto que sirve para mostrarnos esas sombras y dejarnos libres a su interpretación. La resolución del conflicto sigue con esa premisa de premiar al lector en la interpretación de las imágenes en relación con el texto conciso y breve para liberarse definitivamente en la última ilustración y reposar con las guardas finales. Una bella liberación que, en este año, aún evocamos.

Fran Martínez

Twitter



 

Web de la editorial:

http://limonero.com.ar/libros/dentro-de-una-cebra/

Web de Micaela Chirif

https://www.micaelachirif.pe/libro/dentro-de-una-cebra/

Instagram Renato Moriconi

https://www.instagram.com/renatomoriconi/

lunes, 29 de marzo de 2021

Entradas en azul. Jordan Scott y Sydney Smith. Hablo como el río. Libros del zorro rojo

 

Título: Hablo como el río

Autor: Jordan Scott

Ilustrador: Sydney Smith

Editorial: Libro del Zorro Rojo

Año: 2021

Páginas: 44

Encuadernación y formato: 22,8 x 25,1 cm. Cartoné.

Idioma: castellano

Reseña:

En este último lustro los álbumes que ha ilustrado el canadiense Sydney Smith se han convertido en títulos que han recibido diferentes distinciones y han conseguido el beneplácito dentro de las selecciones de medios norteamericanos (como el NY Times), diferentes distinciones como la medalla Kate Greenaway y siempre destacados entre los mejores álbumes de cada añada. Hay razones evidentes por la carga de belleza que aplica en títulos como Un camino de flores (2017) junto al poeta JonArno Lawson (un álbum sin palabras), Pueblo frente al mar (2019) al texto de Joanne Schwartz y, con nombre propio Perdido en la ciudad (2020). Libros en los que el trazo dibujaba a sus personajes con nitidez y secuenciando la narrativa visual en viñetas en las que fragmentar el foco en el que se centraba la narración, diversidad de perspectivas y, en definitiva, el empleo de todo tipo de recursos visuales para reflejar el estado psicológico de la narración que en estos títulos se centraba en la visión de la infancia. Todo siempre adornado por unas ambientaciones que realzaban la luz y el blanco como arma en contraste con sus escenarios: en Pueblo frente al mar la portada sirve de perfecto ejemplo de este uso y, en sentido opuesto a la luz, el blanco de la nieve en el hermoso Perdido en la ciudad.

En este nuevo título, ilustrando el texto de Jordan Scott se aprecia de entrada la desaparición del trazo de la silueta de sus personajes y centrado en una plasmación más pictórica en el que los escenarios evocan más que definirse con claridad. Esa característica induce un estado en la narración más onírica, como si nos colocase en el momento en el que despertamos y nos deslumbra la luz primaveral cuando abrimos los ojos. Así, comienza el álbum, con el momento en el que la luz entra en la habitación e ilumina los diferentes objetos en los que Sydney Smith nos dirige la mirada: un reflejo, la ventana, un dinosaurio, el espejo, un caballo y sus ojos. La doble página dividida en seis pequeños momentos cotidianos dentro de una narración en la que comienza la exploración de las sensaciones del protagonista en el que nos confiesa que todas las palabras que le rodean le cuesta pronunciarlas. El trastorno del habla en el que se inspira esta historia se basa en las experiencias de Jordan Scott, que en el epílogo del libro comparte sus experiencias. Cada letra tiene sus complicaciones y estas interfieren en su habla, empleando metáforas conectadas con la naturaleza para explicarlas.


Ese bloqueo y esa sensación de indefensión, la retrata en su trayecto hacia la escuela en la que esa sensación de bloqueo también se traduce en una mayor degradación de la imagen, que se emborrona al igual que el protagonista se siente prisionero. En la que su mente habla con claridad, pero su habla no es capaz de evitar las miradas del resto, tan solo quiere que ese día acabe. Esa sensación y la mirada comprensiva del padre sirve para una segunda parte del álbum en la que el paseo por el río representa una nueva conexión consigo mismo, un bautismo en el que el río se convierte en el medio de catarsis y autoafirmación. Las ilustraciones envueltas de naturaleza, reflejos y luz nos muestran ese tránsito en el que los paisajes se presentan como un cuadro de Rothko: colores pasteles que se contrastan con gran belleza.

Una vez frente al río, la narración recupera la estructura inicial para encontrar nuevas conexiones con su habla y, en este caso, para escucharlo y comprender que el protagonista habla como el río y, con una doble página desplegable nos adentramos en el río y su catarsis, su autoafirmación y aceptación de sus dificultades. Un álbum que con metáforas precisas refleja las emociones de una persona hasta aceptar quién es y que se envuelve de ilustraciones de una gran belleza. El río como elemento poético, un océano literario. Un precioso álbum.


Este camino, liberado del trazo y más pictórico, es el que parece que también tendrá el nuevo álbum de Sydney Smith para otoño de 2021 del que ya podemos apreciar algunas imágenes en su web. O si no, esperar al lado de este río.

Fran Martínez

Twitter

 

Web de la editorial:

https://librosdelzorrorojo.com/catalogo/hablo-como-el-rio/

Web de Sydney Smith

https://www.sydneydraws.ca/

Twitter de Sydney Smith

https://twitter.com/sydneydraws

Booktráiler



viernes, 26 de marzo de 2021

Entradas en azul. Carmen Chica y Manuel Marsol. El tiempo del gigante. Fulgencio Pimentel e hijos

 

Título: El tiempo del gigante

Autora: Carmen Chica

Ilustrador: Manuel Marsol

Editorial: Fulgencio Pimentel

Año: 2016

Páginas: 48

Encuadernación y formato: 24,5 x 34,5 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:


Finalizamos la semana con una reseña dedicada a un álbum de la dupla formada por Carmen Chica y Manuel Marsol, después de que pasase por este espacio Yokai. Después de adentrarnos en la primavera con sus versos envolviendo nuestra garganta, recorrer el prado con álbumes para las primeras edades y, finalmente, el misterio de ayer con Chris Van Allsburg es el turno del maravilloso El tiempo del gigante. Dentro de la fijación por la obra de Manuel Marsol, esta semana gracias a la Llibreria Sendak tuve la suerte de escuchar a Manuel Marsol con Alberto García, editor de la maravillosa editorial Fulgencio Pimentel e hijos, dentro del ciclo A dues veus que recomendamos desde este espacio.

En la charla del lunes repasó la influencia en sus ilustraciones de referentes pictóricos que nos tuvo durante una hora y media pegados a las pantallas. La fascinación es doble: por su labor y la interpictorialidad que proponía con sus referentes artísticos, así como fijaciones por artistas dentro de la LIJ y títulos que le han marcado, que por suerte se pueden encontrar muchas de sus fijaciones en su cuenta de Twitter con hilos maravillosos. También su interés por la creación de álbumes evocadores en la relación entre imagen-texto-formato, centrándose en la función complementaria entre texto e imagen. Aquella que precisa la interpretación del lector para construir su significado y, como no, prestigiar a los pequeños lectores.  


De nuevo, un álbum premiado por su nivel artístico (publicado en su primera edición en 2015 por la editorial Orfeu negro) y que nos propone un viaje por el tiempo, tema central del libro, por los ritmos circadianos, de las estaciones y la inmensidad de la contemplación. Abrimos el libro de gran formato, pasamos sus guardas anaranjadas y la luna se esconde detrás del monte y asistimos a otro ritmo, el de la naturaleza. La marca en el árbol del gigante (en la charla mostraba una imagen que también mostró en el proceso artístico en esta entrevista) con un color que bien podríamos pensar que es lava y que, además de las referencias pictóricas que empleó en su charla, me recuerda a una película de Marcell Jankovics, Fehérlófia (1981). Espíritus que viven en la calma de los elementos, en sincronía con el ritmo de la naturaleza, lejos de las prisas con las que nos atosigamos. El texto nos reta a buscar qué elementos cambian en cada paso de página, donde nos indican que no pasa nada y a pensar cómo mide ese gigante el tiempo. Pero, si qué pasan cosas en el árbol de su cabeza: la vida que crece.

El texto y las ilustraciones nos invitan a recorrer el paisaje con la misma mirada y ese “vigilante del bosque” que observa el paso del tiempo, en el que disfruta de los elementos, crece con el tiempo y nos ofrece un espacio en el que reír, asombrarnos y cuestionarnos nuestro punto de vista en la narración y cómo se mide el tiempo. Verle plácidamente tumbado y disfrutando todos aquellos detalles en los que nos regala un momento precioso de vista subjetiva de su mano cogiendo un nubarrón. Tal vez, para el protagonista no pasa nada, pero leer El tiempo del gigante no nos deja indiferentes. Lecturas maravillosas y gozosas, como contemplar nuestro reflejo en el río. Otra de las buenas nuevas es que este año tendremos noticias de un nuevo título de Manuel Marsol. Un autor fascinante.

Para rematar, en su página web tenemos la lista de 100canciones que le inspiraron en este libro y una selección muy oportuna con joyas desde Vainica Doble, Red House Painters o Elis Regina. Finalizamos con dos juegos con los títulos de estas canciones. Al igual que la canción de Nick Drake (Place to be): El tiempo del gigante es un remanso en el que permanecer observando lunas rosadas. O, por el lado de Yo la Tengo, estoy seguro de que ese gigante puede escuchar nuestro latido al unísono (en su pequeño rincón del mundo).

Fran Martínez

Twitter


Web de la editorial:

https://www.fulgenciopimentel.com/libros/el-tiempo-del-gigante-2%C2%AA-ed

Web de Manuel Marsol

https://www.manuelmarsol.com/O-Tempo-do-Gigante-Orfeu-Negro-2015-El-Tiempo-del-Gigante-Fulgencio


El tiempo del gigante, de Carmen Chica y Manuel Marsol from fulgenciopimentel on Vimeo.

jueves, 25 de marzo de 2021

Entradas en azul. Chris Van Allsburg. El jardín de Abdul Gasazi.

 

Título: El jardín de Abdul Gasazi

Autor e ilustrador: Chris van Allsburg

Traductor: Agustín Cadena

Editorial: Fondo de Cultura Económica

Año: 2017. Original: 1979

Páginas: 40

Encuadernación y formato: 25 x 30 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:

El norteamericano Chris Van Allsburg (1949) es uno de los grandes autores e ilustradores de LIJ con una trayectoria llena de distinciones como las dos medallas Caldecott por El expreso polar (1985) y Jumanji (1981), clásicos en cualquier colección y biblioteca especializada desde su aparición, además de convertirse en libros que han inspirado adaptaciones cinematográficas, un ámbito en el que el autor amplía con Zathura: una aventura fuera de este mundo. Ese subtítulo (fuera de este mundo) nos revela la temática de sus libros con el extrañamiento entre realidad e imaginación que se impone en sus obras con los maravillosos El higo más dulce (1993), La escoba de la bruja (1992), El naufragio del Zefiro (2006), el sueño entre monumentos de Ben’s Dream (1982), la metaficcionalidad de Mal día en Río Seco (1995) y el sentido del humor surrealista de Los misterios del Señor Burdick (1984) que, en definitiva, enmarcan una obra en la que el lector se expone a un mundo que se altera y nos conduce al otro lado.

Sus ilustraciones detallistas, los enfoques y puntos de vista que propone al lector una mirada atenta a los detalles, sus perspectivas, sus personajes inmersos en la ruptura de lo convencional y, como en este título que fue su debut en 1979, le interpela desde historias repletas de misterio e incertidumbres. Un espacio en el que la fantasía e imaginación del lector decide cuál es el desenlace y cuya fascinación por la historia le invita a completar su sentido. Maravillas ilustradas que se iniciaron con este juego que nos invita a pensar en Carroll y Alicia en muchos detalles, especialmente cuando vemos fumando al misterioso Gasazi y humeando esos círculos, y la entrada al jardín con la perspectiva de entrada a un mundo fantástico desde la perspectiva que también nos recuerda a la entrada de los protagonistas de Anthony Browne en El túnel o el detallismo en los motivos que decoran los elementos del mobiliario y la información en el sueño de su protagonista Alan Mitz, con el cuadro señalándonos el puente por el que posteriormente a su siesta recorrerá paseando a Fritz, el perro de la señorita Hester que debe cuidar mientras se ausenta. Momento en el que: “Alan dejó que Fritz lo guiara para cruzar al otro lado”.

Ese lugar al que se encamina es el jardín del mago jubilado Abdul Gasazi, un lugar con sus reglas propias en el que los perros tienen absolutamente prohibida su entrada: advertencia que Fritz se salta para escaparse. En esa ilustración disfrutamos de la perspectiva de entrada a ese lugar único, con las esculturas señalando la entrada. Alan en su persecución de Fritz, pierde su rastro y se adentra en el laberinto que le conduce hasta la imponente mansión del mago Gasazi, El grande. La respuesta del mago sobre el paradero de Fritz es más desconcertante: a los perros que cruzan el jardín, los convierte en patos. Conjuro que solo el tiempo puede deshacer.

Con esta premisa, tal vez una broma de Gasazi o un verdadero conjuro, nos preguntamos qué pasará con Alan que ha perdido a Fritz y, además, deberá explicarle a la señora Hester toda esta aventura. Preocupaciones que se resuelven en la llegada a la casa y cuyo final propone al lector si todo lo que ha sucedido ha sido fruto de un encantamiento o si, tal vez, la magia es la que ha obrado en este conflicto. Casualidad o azar en un relato que se disfruta de principio a fin. La noche visita el porche y bajo ese cielo nos quedamos buscando respuestas.

Esta es la respuesta del autor en la entrevista transcita en Reading Rockets en 2004:

“It started with Gasazi, because I got letters from kids. Gasazi has an ambiguous ending, which was: Was the boy fooled by the magician, or had the boy witnessed real magic? And kids would write me letters. They'd want to know what happened. Did he really turn the dog into a duck?

I'd write them letters, and say, "Well, thanks for writing, but I can't tell you. What do you think?" I didn't expect them to write me another letter and tell me, but I didn't want to give them the impression that I knew something and I was withholding it. I wanted them to think that what existed on the page was a living thing, and that it just was; it is. And if it has a solution, it's for them to provide.”

Reading Rockets (enlace)

Podéis disfrutar de la entrevista entera en video:




Pero, más importante, disfrutad de los libros de Chris Van Allsburg.

 

 

Fran Martínez

Twitter

 

Web de la editorial:

https://www.fcede.es/site/es/libros/detalles.aspx?id_libro=19824

Web de Chris van Allsburg

https://www.hmhbooks.com/chrisvanallsburg/




miércoles, 24 de marzo de 2021

Entradas en azul. Giovanna Zoboli y Philip Giordano. Cuando el sol despierta y En el prado. Libros del zorro rojo

Títulos: Cuando el sol despierta y En el prado

Autora: Giovanna Zoboli

Ilustrador: Philip Giordano

Editorial: Libro del Zorro Rojo

Año: 2019/2020

Páginas: 24

Encuadernación y formato: 21,4 x 17 cm. Cartoné.

Idioma: castellano

Reseña:

Si con En el prado se recuperaron títulos destinados a las primeras edades, con esta dupla de Giovanna Zoboli magníficamente ilustrados por Philip Giordano entramos en el formato de libros para la primera infancia, en cartoné para facilitarles un material resistente y el paso de páginas alrededor de temáticas que centra su interés en la exploración del mundo más cercano: la naturaleza, los animales, los astros y sus ciclos circadianos. Sobre sus autores tenemos referencias en diferentes editoriales como en el caso de Zoboli el sensacional Profesión: cocodrilo (en la colección Pípala de la editorial Adriana Hidalgo) en el que sin palabras nos deleitamos de la extrañeza de un personaje urbanita que, finalmente, revelará su verdadera naturaleza y profesión con las magníficas ilustraciones de Marichiara Di Giorgio. Sobre Philip Giordano, también una carrera consolidada y que, curiosamente, encontramos una conexión pictórica en el gallo que aparece en Cuando el sol despierta que nos remite al cuento popular del Mig pollastre que adaptó Paula Carbonell en Gallito pelón (OQO).

Otro de los elementos, en conexión con los early concept books, es el uso narrativo de situaciones y personajes cuya acción realizan por la mañana o por la noche, se desplazan o crecen en el prado o bajo el prado. Una colección de títulos que propone esos conceptos y el juego con sus contrarios, especialmente en Cuando el sol despierta que es, a su vez, Cuando la luna despierta. Una colección para primeros lectores que ya conoce dos títulos en la editorial Libros del zorro rojo y que, los autores dedicaron dos títulos más que aún no se han editado en nuestro país: En el cielo/En el mar y En invierno/En verano.

El juego que proponen ambos libros está entrado en las acciones que suceden “cuando despierta el sol” y, en la mitad del libro, se conocen las acciones de esos mismos elementos (la flor, la mosca, la golondrina,…) “cuando la luna despierta” completando la narración circular. Un mecanismo narrativo ocurrente, sencillo y atractivo para los primeros lectores. En el aula he observado cómo estos libros despiertan su interés y a través de las acciones se les acerca a verbos precisos para describir esas acciones. Ilustraciones claras y colores atractivos, fondos que emplean un solo color y el contraste pensado para iniciarse en la exploración del libro y un tipo de libros ideales para su itinerario lector.

De manera similar, En el prado/Bajo el prado, emplea la misma estructura en la narración, mantiene las características ilustraciones de Giordano y diferencia las acciones de los personajes escogidos que comparten la doble página: en una página un elemento de la flora (hongo, árbol,…) y, en la otra, un animal (liebre, zorro, burro…). Finalmente, el final de ambos álbumes interpela al sentido poético introduciendo al niño o niña para ponerle cierre. En definitiva, esperamos que se publiquen los dos títulos restantes de la colección y recomendar estos inteligentes libros para la primera infancia.



Fran Martínez

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Web de la editorial: Cuando el sol despierta

https://librosdelzorrorojo.com/catalogo/cuando-el-sol-despierta/

Web de la editorial: En el prado

https://librosdelzorrorojo.com/catalogo/en-el-prado/

Instagram Philip Giordano

https://www.instagram.com/pilipo_/?hl=es

  

martes, 23 de marzo de 2021

Entradas en azul. Yukiko Kato y Komako Sakai. En el prado

 

Título: En el prado

Autora: Yukiko Kato

Ilustradora: Komako Sakai

Traducción: Fina Marfá

Editorial: Corimbo

Año: 2013

Páginas: 32

Encuadernación y formato: 22,5 x 20,5 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:

Siguiendo con parajes naturales, la belleza de las ilustraciones de Komako Sakai en este sensacional álbum para la primera infancia que junto a Cuando deje de nevar (Corimbo, 2006) completan un binomio perfecto en el que retratar el mundo interior infantil: sus pensamientos y emociones narradas en primera persona. Dada la estación, se recupera En el prado (seleccionada entre las 100 obras destacadas por el Grupo GRETEL en 2016 y como recomendación en su portal), pero destacar que Cuando deje de nevar es otra de las 100 joyas ilustradas que escogió Salisbury (2015). Perfectos altavoces para fijar el interés en estas preciosas obras.

Con un álbum como En el prado tengo la sensación de estar también conectado con Vamos a cazar un oso de Rosen y Oxenbury por el empleo de onomatopeyas para describir el sonido en el tránsito por la naturaleza. Desde la narración en primera persona de la visita al río de la pequeña protagonista con su familia y la interacción con los elementos que encuentra en el prado: la mariposa, su persecución entre la hierba, su observación de sus formas, sonidos de los elementos, el viento convirtiendo el prado como las olas del mar, su inmersión, la contemplación de la espesura y altura que la envuelve, … y, la sensación de pérdida en medio de ese océano de naturaleza. Para mostrar ese cambio emocional en su protagonista, cambia las tonalidades del cielo y la espesura de la hierba por el gris desconcertante de sus emociones. El sentimiento de pérdida que tendrá una resolución ágil y la recuperación del color.

Un texto claro y ágil en su ritmo para una historia breve hermosa. Una vuelta al río y el descubrimiento del mundo interior de una protagonista que nos invita a cogerla de la mano y contar una y otra vez este hermoso En el prado.

 

Fran Martínez

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Web de la editorial:

http://www.corimbo.es/book/36/




lunes, 22 de marzo de 2021

Entradas en azul. David Hernández Sevillano y Maite Mutuberria. Arbolidades. Kalandraka

 

Título: Arbolidades

Autor: David Hernández Sevillano

Ilustradora: Maite Mutuberria

Editorial: Kalandraka

Año: 2020

Páginas: 64

Encuadernación y formato: 15 x 23,5 cm. Tapa dura.

Idioma: castellano

Reseña:

Ya está aquí la primavera y siguiendo con la entrada dedicada a Benedetti y su Árboles la elección de Arbolidades de David Hernández Sevillano (Segovia, 1977) es una opción lógica en la continuidad del blog. Con Arbolidades se proclamó vencedor del XII Premio Ciudad de Orihuela de Poesía Infantil para Niñas y Niños y supone el espaldarazo definitivo a una obra que contaba con el cuento rimado ¡Artista! y el divertido poemario De boca en boca y río porque me toca. Para Arbolidades, la naturaleza, sus elementos, ciclos, los juegos de palabra y diversas florituras nos acompañan con la belleza de sus versos que se esconden por todo el libro. Escondido al lado de la portadilla encontramos la eterna pregunta de qué fue antes, ¿la gallina o el huevo?, transformado a la semilla o el árbol.

Esta puerta de entrada nos guía en una visita la calma de la naturaleza en el que somos testigos de la interpretación de su vida, la observación paciente de los días, las melodías que escuchan y el gozo humano de su contemplación. Un entorno en el que el tiempo cobra una nueva dimensión y nos plantea cuestiones sobre el sentimiento de pertenencia, nuestra finitud y otras cuestiones que recorren nuestra vida repleta de alegrías, dudas y contratiempos. Rehuyendo de rimas evidentes, se opta por la prosa poética y le conecta con la naturalidad y el juego simbólico que caracteriza a escritoras tan queridas en este blog como María José Ferrada. Versos que nos arrullan y abrazan, como en el inicial El bosque:

La canción del bosque cuenta

cómo todos los árboles

unieron sus raíces

para formar un solo ser: el bosque.” (fragmento, p.8)

Conocemos la música del bosque, el baile de las hojas en otoño revoloteando y un lenguaje que supone un reto al lector infantil en la búsqueda de significados más allá del vocabulario expresivo y un perfecto estímulo para el desarrollo de su competencia literaria y la apreciación de la capacidad connotativa del lenguaje literario y su placer estético cómo definiría Cerrillo (2007). También la naturaleza es el remanso de la memoria entre generaciones y sirve para representar esa solemnidad con sus ciclos como en Orígenes, un poema al que le tengo especial predilección por el empleo del algarrobo: un árbol que conecto automáticamente a la figura paterna (y a divertidas leyendas valencianas, dado que allí permanece enterrado el diablo después de perder una apuesta con un jugador empedernido que le vendió su alma).


También, con Diminutez hay evocación a la poesía oriental, pese a no tener la métrica de un haiku, respira la misma capacidad de crear en la mente una imagen poderosa con la sencillez del baile de los elementos y las hojas del bonsái., la conexión inmediata con Julia Otxoa en Taxus Baccata y los idiomas secretos de las hormigas y herrerillos. Otro de los poemas que más he recitado con mi alumnado de dos años este pasado otoño fue Hojarasca, en el que el ciclo de la naturaleza se materializa en la belleza del lenguaje. La variedad de árboles en los que fija su mirada y bellas metáforas nos acompañan durante todo el trayecto hasta poner el broche con un último poema que recoge el juego inicial que os he comentado al inicio de la reseña en el brillante Carta de un árbol a una de sus semillas, una preciosa carta de amor del adulto a su descendencia.

Acompañado por las sugerentes ilustraciones de Maite Mutuberria, que también ilustró en la colección otro título que se ha reseñado en el blog como Bichopoemas de Leire Bilbao y que cambia de registro en este poemario, optando por la sobriedad de tonos pardos para la sobriedad de un bosque en el que predominan el marrón y el verde. Arbolidades es una celebración gozosa de la naturaleza en la que David Hernández Sevillano completa una colección de poemas de gran belleza literaria para la infancia. En esta primavera deseamos que se recuperen los Brindis en abril, pero para dar entrada a la estación recitamos juntos En primavera (p.24):

“Quizás es la estación

o los cambios del viento,

que, al llegar la primavera,

los alcornoques tienen la cabeza

llena de pájaros.”

 

 

Fran Martínez

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Web de la editorial:

https://www.kalandraka.com/arbolidades-978-84-1343-018-8-castellano-2575.html

Web de David Hernández Sevillano

https://davidhernandezsevillano.com/

Web de Maite Mutuberria

https://maitemutuberria.com/

viernes, 19 de marzo de 2021

Entradas en azul. Mario Benedetti y Javier Zabala. Árboles. Libros del zorro rojo

 

Título: Árboles

Autor: Mario Benedetti

Ilustraciones: Javier Zabala

Editorial: Libros del zorro rojo

Colección: Libros de cordel

Año: 2012

Páginas: 24

Encuadernación y formato: 21 x 28 cm. Tapa dura

Idioma: castellano

Reseña:

Llega la primavera y qué mejor manera que con el maestro Benedetti, cuya devoción también es procesada en la Universidad de Alicante donde se encuentra el CEMAB (Centro de Estudios Mario Benedetti). Pasión inculcada también desde el profesorado en la Facultad de Educación que aprovecho para dar la bienvenida a una nueva estación que, esperamos, que con su aumento de horas de sol y clima más benigno nos devuelva la sonrisa en estos tiempos inciertos.

Árboles se encuentra dentro de la colección Libros de cordel de la editorial Libros del zorro rojo y que recupera textos de José Saramago (El silencio del agua), Antonio Skármeta (La flor azul), Eduardo Galeano (Historia de la resurrección del papagayo), Pablo Neruda (Oda a una estrella), Julio Cortázar (El discurso del oso) y Gioconda Belli (Cuando floreció la risa). Textos de grandes nombres de la literatura hispanoamericana que se plasman por diferentes ilustradores como, en este caso, el impecable Javier Zabala que ya ilustró el texto de Federico García Lorca en Santiago (2007) para la misma editorial.

Las palabras bailando con la naturaleza en una muestra de amor a la naturaleza, a la visión romántica del papel de los árboles, de su vida como espectadores inamovibles que viven en paz y recibiendo las visitas de los pájaros que les traen noticias de otros compañeros frondosos. Tan solo temen a los leñadores (a los que temen más que al rayo), pero en la armonía de los ritmos de la naturaleza crecen y viven, comparten vida con los humanos y reciben el amor del narrador. Un amor que tal vez el árbol no entiende, pero le sirve para retratar las ironías de la vida. Como diría aquella canción de The Beach Boys: no hables, solo recuesta tu cabeza en mi hombro (que, en este caso, sería el tronco).

Saluden, si la ven, a la primavera. O, al menos, dedíquenle un poema.

 

“Quién hubiera dicho

que estos poemas míos

iban a ser

de otros.”

(Versos finales de Mario Benedetti, poema Como árboles)




 

Fran Martínez

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Web de la editorial:

https://librosdelzorrorojo.com/catalogo/arboles/

Portal de Mario Benedetti en Cervantes Virtual

http://www.cervantesvirtual.com/portales/mario_benedetti/

Web Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti (UA)

https://web.ua.es/es/centrobenedetti/centro-de-estudios-literarios-iberoamericanos-mario-benedetti.html