Título: Humo
Autor:
Antón Fortes
Ilustradora:
Joanna Concejo
Editorial: OQO
Colección: Qontexto
Año: 2008
Páginas: 40
Encuadernación
y formato:
24 x 30 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
“A los que nunca se someten a la verdad de los vencedores”
(Dedicatoria interior de Humo).
Dentro de la representación de la memoria histórica hay
diversidad de relatos en formato álbum que reflejan las diferentes
consecuencias de la II Guerra Mundial, voces que también reflejan la posición
del protagonista frente a estos eventos: en Rosa Blanca, una niña
alemana que descubría las atrocidades encubiertas del nazismo y,
posteriormente, Innocenti reflejaría las memorias de los que sufrieron la
opresión en La historia de Érika. No solo las voces de los
protagonistas, también hay diferencias según la visión del autor de los hechos,
si refleja la resistencia francesa o las consecuencias desde el punto de vista
de las tropas aliadas. Algo así trazó Robbins (2008) con un artículo titulado
“perpetuador, colaborador o liberador” ejemplificando diferencia en el
tratamiento según los países de las consecuencias del Holocausto a través del
reflejo en algunos ejemplos de literatura infantil. Me parece un enfoque
interesante y lógico dado el papel con el que asumimos los fragmentos de la
historia y el papel desde el que el autor refleja estos hechos.
Con Humo, el texto de Antón Fortes nos ubica en la intimidad de la memoria de un niño judío que inicia el viaje al horror de los campos de concentración. Reflejos literarios de esas memorias, documentación de los poemas de los niños del campo de concentración de Terezin y otros tantos ejemplos de una memoria que nos perturba desde el simbolismo literario. Una narración que se complementa con las ilustraciones delicadas y líricas de la polaca Joanna Concejo (1971) y que nos traslada desde la iconicidad de sus representaciones a los espacios de la memoria del texto. La voz de un niño que observa su nueva realidad, con pocas palabras, cuando el viaje en el tren inicia la narración (“El tren lleva muchos vagones, no es como el que nos llevaba a la playa”). La separación en la entrada, el campamento para hombres y otro para mujeres y niños. Las miradas que se cruzan en silencio, inexpresivas, sin esperanza. La narración se acompaña de elementos figurativos sobre los recuerdos de la otra vida interrumpida, la paulatina degradación física, la dureza del invierno, el hambre, el miedo. En las vivencias descritas, conocemos la dureza del campo, pero también los espacios de libertad que quedaban: las amistades, la resiliencia de adaptarse a la rutina, el afecto y el calor de la madre. Intercambiamos miradas fugaces con el protagonista, compartimos la desesperación de la madre.
Los esbozos de Joanna Concejo en miniatura, la
pesadilla encarnada en un dragón verde y la paulatina aparición de las cámaras
de gas (la casa de la chimenea). Cada vez quedan menos elementos humanizadores,
toda esperanza se desvanece y vemos el camino hacia el horror. También resuenan
las cosas que le dice su madre, pero vemos la representación de los maniquíes y
los números tachados. Como decía María José Ferrada en su charla sobre Méxique,
hablaba de los números. Lo pequeña y rápida que es la cifra, la escasez de
humanidad detrás de ella donde se esconde una historia, una vida. La
ilustración final, recuperando el azul de la habitación, caminando de la mano junto
al amigo que conoció allí. Simplemente, estremecedor.
Humo de Antón Fortes y Joanna Concejo es un álbum
sobrecogedor, no exento de lirismo y que nos enfrenta con la visión de la
víctima y la barbarie del Holocausto.
Fran
Martínez
Web de la editorial:
Instagram Joanna Concejo
https://www.instagram.com/joannaconcejo/?hl=es
Referencias
Referencias
Robbins, M. (2008). Perpetrator, Collaborator, Liberator:
What Do We Tell the Kids? The Looking Glass: New perspectives on Children’s
Literature, 12 (1). Recuperado de: https://ojs.latrobe.edu.au/ojs/index.php/tlg/article/view/53
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