Título: Nepomuk
Autor
e ilustrador: Peter
Wezel
Editorial: Nieves Books
Año: 2017. Original: 1964
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
19,5 x 25,5 cm. Tapa dura.
Idioma: álbum sin palabras
Reseña:
Recientemente recuperamos un álbum de la editorial Nieves
books con Knigi
et le libre fantôme de Benjamin Sommerhalder y, en esta ocasión,
retornamos a su catálogo para este fabuloso Nepomuk (de 1964 que editó
Diogenes Verlag y en 1966 en la clásica Harpers & Row). Su autor, el suizo Peter
Wezel, comentaba en su web el proceso de creación de este libro o cómo
acercarse a la idea de literatura infantil (enlace) en aquella
época, cómo fue un proyecto que pasó a un cajón al dedicarse profesionalmente
al diseño gráfico y, finalmente, retomado a partir de un pequeño script para
nuestro deleite visual con la sencillez de sus dibujos con pasteles de cera. Un
libro que nos conecta con títulos como Trois
chats de Anne Brouillard, por el uso narrativo de la secuencia visual
para un divertido fragmento envuelto de cotidianidad y simbolismo.
Un álbum sin palabras en el que nos reconciliamos después de unas entradas centradas en aspectos más subversivos y también centrándonos en el placer de la lectura, en este caso visual. La libertad de ese pajarillo rosa en el bosque frente a la del pez naranja en la pecera de la casa. La mirada y el interés, la felicidad de volar libre frente a la tristeza de estar atrapado. Conceptos muy claros y contrapuestos. La infelicidad del pececillo será el inicio del conflicto que se solucionará con la gentileza del pajarillo rosa que, aunque vive en libertad, también necesita a otro. Amistad y compañía, compartir buenos momentos. La paz y la tranquilidad, miradas que demandan nuestra atención. Una narrativa transparente, lúcida y cálida. Resulta interesante el uso del pliegue para diferenciar esos dos mundos y la ruptura para mostrar un final en el que el sol irradia. Cándido, sencillo y perfecto. Un libro que conecta con el lector infantil y una belleza de la esencia como máxima expresión. Un regalo.
Sin palabras, hablan las miradas y la música suena. Así, Nepomuk
me lleva inevitablemente a una de mis canciones favoritas: This must be the
place (Naive Melody) de Talking Heads. Dejaré algunos fragmentos:
Home, is where I want to be
But I guess I'm already there
I come home, she lifted up her
wings
Guess that this must be the
place.
(…)
Hi yo I got plenty of time
Hi yo you got light in your eyes
And you're standing here beside
me
I love the passing of time
Never for money
Always for love
Cover up & say goodnight...
say goodnight
Fran
Martínez
Web de la editorial:
https://www.nieves.ch/1244/nepomuk
Web Peter Wezel
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