Título: Un cuento que…
Autor
e ilustrador:
Gilles Bachelet
Traducción: Paula Jarrin Servidio
Editorial: Editorial Juventud
Año: 2018. Original: 2016
Páginas: 32
Encuadernación
y formato:
18,5 x 25,5 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Siguiendo con la diversión y la metaficcionalidad era inevitable volver a Gilles Bachelet, un autor de que reseñamos su divertido Elcaballero impetuoso y uno de los clásicos de la LIJ como Mi gatito es el másbestia. No es la primera vez que observamos a los protagonistas de la cubierta leer un libro (para indicarnos el autor que es un libro sobre libros) con el delicioso juego intertextual de Los cuentos entre bambalinas y, en este Un cuento que… volvemos a esos terrenos en los que se maneja a la perfección. Recuerdo de entrada tanto en este libro como en el de ATAK un manual clásico como el coordinado por Lawrence Sipe y Sylvia Pantaleo en 2008 titulado Postmodern picturebooks, pero especialmente por su subtítulo: Play, Parody and Self-referentiality (juego, parodia y autorreferencia). En cierto sentido, define a la perfección el espacio en el que se vertebra la narrativa del libro que, en términos musicales, serían variaciones relacionadas dentro de los movimientos de la partitura.
El lector tiene el anclaje a un texto asociado a una imagen que es la que revela la narrativa en la sorpresa del paso de página. Ese juego e invitación a observar los detalles minuciosos que se disponen con sentido del humor. El texto nos da una descripción y nos señala los elementos que jugarán ese juego: una mamá o un papá, el bebé y el dudú. El cuarto elemento es un juguete que siempre aparece a los pies de la cuna y que amplía una segunda relación entre el imaginario de cada habitación. Eso en la página izquierda. En la derecha, el cuento como elemento poético en el que terminar de evocar ese juego irónico propuesto por Gilles Bachelet. El mecanismo se descifra a medida que se lee, introduce la capacidad de anticipar qué pasará en la siguiente página, pero en cada paso la sorpresa está garantizada.
En las
guardas, conocemos a las familias de animales protagonistas y la muy divertida
inclusión de una excavadora. También encontramos a una figura humana, en este caso
el autor (solo tenemos que observar los álbumes a pie de cuna en su página, el
móvil en el techo y el “gatito” de Bachelet). Desde la cubierta se describe la
estampa de los cuatro elementos de la narrativa como apuntábamos donde el dudú
es el que servirá para la nueva estampa. En la portada vemos al dudú del oso
panda y, en la primera página, tenemos a la familia panda. Ilustraciones
encadenadas y pequeñas alteraciones en el texto que nos conducen por autorreferencias
al universo literario de Bachelet (el caracol, la avestruz,…). Como en uno de
los remates en la página de los extraterrestres: un cuento que pasa volando. En
la contraportada, se cierra el círculo y el libro, de nuevo, pide ser leído
como cada noche cuando a la hora de dormir la infancia pide un cuento, un
espacio seguro con la literatura. Dulces sueños y una sonrisa en la boca.
Fran
Martínez
Web de la editorial
https://www.editorialjuventud.es/un-cuento-que-9788426144904/
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