Título: Los tres bandidos
Autor
e ilustrador: Tomi
Ungerer
Traducción: Marc Taeger
Editorial: Kalandraka
Colección: Libros para soñar
Año: 2007 (1ª ed. en la editorial).
Original: 1962
Páginas: 48
Encuadernación
y formato:
20 x 28 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Volvemos a Tomi Ungerer. Mejor dicho, nunca podemos dejarlo.
En este periodo hemos reseñado obras de diferentes épocas como El
hombre niebla, Hombre
Luna, Non-stop
y Aixó
i Allò. Un ramillete de reseñas que irán en aumento como una de las
fijaciones compartida por muchas de las personas que sentimos interés por la
LIJ y, especialmente, por el placer de la lectura que causa en los lectores más
jóvenes. Dentro de cualquier corpus de lecturas recomendadas para la infancia, Los
tres bandidos es uno de los iconos imprescindibles, así como su autor. Al
igual que ayer con Sendak, Tomi Ungerer es un autor que presenta en sus
narrativas una propuesta de contra-narrativa alejada de la visión simplista de
la infancia como un agente pasivo a la espera de ser moldeado por el adulto y
sin capacidad de cuestionamiento. El autor, por su biografía, también reflejaba
su posicionamiento contestatario a los valores culturales de su época y
empleaba referentes propios de la tradición oral para transgredirlos y
desmitificarlos desde opciones menos atractivas para un público complaciente
con la representación de la infancia. La pobreza que se reflejaba en muchas de
las narraciones de la tradición oral y cuya evolución se topó con la supresión
de los elementos más controvertidos y la fijación de referentes desde la
colonización de la industria cinematográfica.
En las historias de Tomi Ungerer se refleja la vida, su jolgorio y el discreto encanto de las clases más pudientes a las que les ofrece una representación satírica en sus ilustraciones. Sentido del humor puesto a disposición de la infancia en sus libros que no estuvieron exentos de la censura en los años 70. Siguiendo con la temática de la semana, Los tres bandidos es un álbum que emplea la desmitificación de los antihéroes (los misteriosos bandidos ataviados con sus peculiares sombreros y capas negras) convirtiéndolos en protagonistas que actúan sin miramientos, y de manera coordinada, noche tras noche en el asalto de carruajes para robar todas las riquezas de los viajeros. Una crítica a la avaricia por el dinero, representado en esa mirada a sus tesoros cuya función es el placer de su posesión y acumulación. La sorpresa cuando encuentran a Úrsula (en la versión inglesa Tiffany, ¿casualidad?) en su asalto y comienza una nueva dinámica en la vida de los bandidos y la empleabilidad de sus recursos por un bien común.
De nuevo, vemos el reflejo de la pobreza y a los niños huérfanos que son acogidos por los bandidos y una nueva vitalidad que diluye el azul y negro (que ya exploró en su anterior Rufus en 1961) hasta una idea de justicia social que proviene justamente de la idea de la infancia sobre qué hacer con ese botín resplandeciente de los bandidos que contemplaban páginas atrás. Su manera de actuar es como el prototipo de malvado implacable en sus actos, pero ingenuo y poco dado a salirse de su papel. Como contrapartida, la construcción del personaje femenino con la mirada inteligente (y de la infancia) y el buen juicio de Úrsula para su empleo destinado a la acción comunal como resolución de un libro entrañable y mágico. Mirada sobre los personajes femeninos que el canon audiovisual eliminó de la narrativa de tradición oral relegando esos relatos en los que la mujer no tenía un rol pasivo.
En esta entrevista a Arthur Hubschmid (uno de los fundadores
de la editorial L’Ecole des loisirs que lo publicaron en 1968) en la web
de Tomi Ungerer apuntaba algunos aspectos clave de este clásico del que
señala su valor atemporal, como la curiosidad del rechazo de Ursula Nordstrom a
su publicación:
“What is really special is that the story is so
essentially simple, so brilliantly simple. But then again, not only the story
is brilliantly simple, it’s also the drawing. It’s the only book of Tomi’s
which is so graphic. So impressively, simply graphic, with the colours…
expressive but very, very simple. It’s incredible how, not only the story but
also in the drawing, he got to the essential.”
Y, otra reflexión que me resulta especialmente esclarecedora
en esta entrevista, un libro atemporal lo será si los lectores (la infancia)
sigue sintiéndose atraída por este título dado que ellos son los mayores
críticos en la recepción de un libro. Por mi experiencia, curso tras curso, Los
tres bandidos es una lectura con la que conectan inmediatamente y que nunca
debe alejarse de sus manos. La mirada inconfundible de un clásico y un autor cuyo
legado reivindicar constantemente.
Fran
Martínez
Web de la editorial:
https://www.kalandraka.com/los_tres_bandidos-978-84-96388-56-7-castellano-1084.html
Web Tomi Ungerer
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