Título: El final del verano
Autor
e ilustrador:
Stian Hole
Traducción: Asunta García Pelayo
Editorial: Kókinos
Año: 2007
Páginas: 48
Encuadernación
y formato:
21,5 x 28,5 cm. Tapa dura.
Idioma: castellano
Reseña:
Ya está aquí el final del verano (pero no relacionado con el
Dúo Dinámico) y el inicio del otoño. Momentos de melancolía propios de la nueva
estación y que nos ayuda a cerrar con una reseña con un libro perfecto y un
icono en los estudios literarios sobre álbumes controvertidos y desafiantes
como esta trilogía del autor noruego Stian Hole (1969) que se inició en este El
final del verano (2007) en el que conocemos a Garmann y que, posteriormente,
después vendrían La calle de Garmann (2009) y El secreto de Garmann
(2010) editados en Kókinos. Obras que le brindaron múltiples reconocimientos y
también el interés en la LIJ escandinava (Beckett, 2012; Ommudsen, 2015) por sus
aproximaciones a temáticas complejas como en este El final del verano en
el que se unen aspectos existencialistas y la unión de la soledad con la
naturaleza como espacio de refugio emocional para sus preocupaciones (Goga,
2019). En resumen, Young, Hadaway y Ward (2013) sintetizan perfectamente el
sentimiento propio del síndrome posvacacional que impregna este álbum y el arco
que construye al protagonista: “In weighing their responses, he realizes
that fear, uncertainty, and transitions are part of life, and a part of the
future.” (p.385)
A estas características temáticas que se desprenden del
texto, en la ilustración de Stian Hole nos enfrentamos en el reto que genera la
manera con la que crea sus collages con las superposiciones de elementos
fotográficos, patrones, ilustraciones y la manipulación digital de los mismos
con Adobe Photoshop (esa sensación de extrañeza que también me recuerda a Ana
Penyas y la transferencia fotográfica en la posterior ilustración) para
recordarnos obras de la vanguardia de principios de siglo XX como pueda ser Emmanuel
Radnitzky (Man Ray) u otras corrientes como el surrealismo o el constructivismo
como señala Druker (2018).
El final del verano fue el primer libro de latitudes nórdicas
en alzarse con el Premio de la Feria de Bolonia en 2007 y en cuyo evento se encontraba
Martin Salisbury donde en su capítulo de 2008, The Artist and the Postmodern
Picturebook, repasa el contexto en el que Stian Hole encontró inspiración
para la creación de esta obra (como su viaje al Cabo Cod y la influencia de su
pintor favorito: Edward Hopper) con múltiples referencias intertextuales que al
autor señala que no espera que sean descubiertas por el lector para disfrutar
de la narrativa por sí misma. Y en esta breve introducción también empleo esta
ristra de referencias académicas con el único interés de mostrar el progreso en
el interés en el análisis del libro-álbum como objeto estético-literario y,
como la mayoría de estas personas investigadoras apuntan: libros sin edad.
Con El final del verano observamos desde la portada el
efecto de extrañeza entre la realidad fotográfica y el aspecto ilustrado del
collage, en una extraña disonancia que se incrementa a medida que leemos las páginas.
El sentimiento aún es más patente dado que el protagonista mira al lector
directamente (gaze) para buscar su empatía. El texto, desde un punto
omnisciente, nos ayuda a recorrer las ilustraciones en la búsqueda de los elementos
naturales que rodean a Garmann con elementos sombríos como babosas negras o (“volvió
a abrir los ojos y vio que las ramas del manzano parecían dedos retorcidos
apuntando al cielo”). La visita de sus tías sigue adelantando esa temática
existencial y la curiosa manera en la que Garmann (6 años) percibe el paso del
tiempo (“cada verano las tías encogen un poquito al sol. Como sigan así, un
día no se les verá asomar la cabeza por encima de la hierba.”).
El surrealismo sigue ante las cuestiones relativas al
futuro y los miedos (la vuelta a la escuela para Garmann o tener que usar un
andador por la tía Ruth). Crecer y la preocupación de Garmann por la caída de
los dientes de leche que aún no ha comenzado (mientras que sus tías ya los han
perdido: usan dentadura postiza) y sobrevolar temáticas como la muerte en sus
preguntas a sus tías (incluso vemos una bella ilustración con Garmann dando
sepultura a un gorrión muerto).
Cuestiones sobre los cambios y la forma de percibir desde el
pensamiento infantil el mundo según las diferentes etapas psicoevolutivas con
el pensamiento simbólico que Stian Hole representa de una manera que desborda
en detalles la complejidad de las emociones rodeadas. Obviamente, pensamos en
libros complejos en la representación de temáticas existenciales que nos puede
llevar también a Shaun Tan y El árbol rojo. Si pensamos en el reverso
luminoso de El final del verano nos encontraríamos con Madlenka de Peter
Sís y la celebración de su protagonista de la caída del diente. Con El final
del verano encontramos un álbum “sin edad” que permite el diálogo sobre nuestros
miedos y reconocernos en diferentes momentos con sus personajes, pero también
para prestigiar a la infancia en la manera que tienen para cuestionarse su
entorno y cuestiones existenciales que ya en otras entradas hemos señalado
desde la didáctica y el acompañamiento ante el duelo (en líneas generales, el
enfrentamiento a la ausencia). Ansiedades, melancolía y recuerdos para cerrar el
verano, aunque en las próximas entradas seguiremos navegando por esas
latitudes.
Fran
Martínez
Referencias
Beckett, S. L. (2012). Crossover picturebooks: a genre
for all ages. Routledge.
Druker, E. (2018). Collage and montage in picturebooks. En
B. Kümmerling-Meibauer (Ed.), The Routledge companion to picturebooks
(pp. 49-58). Routledge.
Goga, N. (2019). Home is outdoors: A study of award-winning
Norwegian picturebooks. Ricerche Di Pedagogia e Didattica, 14(2),
145–174. https://doi.org/10.6092/issn.1970-2221/10035
Ommudsen, A. M. (2015).
Who are these picturebooks for? Controversial picturebooks and the
question of audience. En J. Evans (Ed.), Challenging and controversial
picturebooks: Creative and critical responses to visual texts (pp. 71- 93).
Routledge.
Salisbury, M. (2008). The artist and the postmodern
picturebook. En L. R. Sipe y S. Pantaleo (Eds), Postmodern piturebooks:
play, pardoy and self-referentiality (pp. 22-40). Routledge.
Young, T. A., Hadaway, N. L., & Ward, B. A. (2013).
International Children’s Trade Books: Building Blocks for Character Education. Childhood
Education, 89(6), 379–386. https://doi.org/10.1080/00094056.2013.852894
Web de la editorial
https://editorialkokinos.com/autor/stian-hole/
Entrevista a Stian Hole
https://blog.picturebookmakers.com/post/109292849841/stian-hole
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