Título: Héctor Protector y cuando yo iba por
el mar: dos rimas ilustradas
Autor
e ilustrador:
Maurice Sendak
Traducción: Juan R. Azaola
Editorial: Alfaguara
Año: 1987. Original: 1965
Páginas: 56
Encuadernación
y formato:
15 x 19 cm. Tapa blanda.
Idioma: castellano
Reseña:
Volvemos a la obra de Maurice Sendak y seguimos conectando
con otra de las pasiones del autor: el material de la tradición oral. Ya
tuvimos una muestra con En
el vertedero con Juan y Pedro por su influencia de libros clásicos como
Mother Goose o la conexión con retahílas poéticas de Beatrix Potter. Así, unos
textos breves y rítmicos (como ya apuntamos esta definición de Perry Nodelman
como “músico visual” en La
cocina de noche o el día
del libro infantil) que Sendak se encarga de expandir su significado en las
ilustraciones, captando el humor de estas retahílas y transportándolas a su universo
propio. Estas retahílas del cancionero anglosajón no son de las más ampliamente
conocidas (no son Twinkle Twinkle Little star, Humpty Dumpty ni Hey
Diddle Diddle, digamos), pero nos transportan a otra época y nos sirve para
la continuidad con Intercambio cultural de Isol. Si bien trazamos coincidencias
con su clásico Donde viven los monstruos (1963), la temática de las
embarcaciones se mantiene en la segunda de estas retahílas: cuando yo iba por
el mar (as i went over the water).
Mientras que las retahílas originales se mantienen en la
parte inferior de las ilustraciones, el marco ilustrado contiene una segunda
narrativa donde Sendak emplea bocadillos para reflejar una infancia libre de
dulcificación. En la historia original de la canción, Hector se presentaba como
candidato a protector del reino, pero fue rechazado por el rey y la reina.
“Hector Protector
was dressed all in green;
Hector Protector
was sent to the Queen.
The Queen did not
like him,
No more did the
King;
So Hector
Protector was sent back again.”
De ese breve texto, Sendak nos muestra a un niño que no
quiere vestirse de esas galas por su madre a quien le grita y patalea. Odia el
verde y no quiere llevarle un pastel a la reina (incluso grita: ¡odio a la
reina!). En su inicio de camino, el bosque le espera con animales feroces a su
espera: un león y una serpiente. Y, como no, nuestro personaje infantil se
impone ante las bestias con un golpe de espada de madera en la cabeza a león y
agarrando a la serpiente del cuello. A lomos del león, irrumpe en el castillo
de la reina donde se divierte y ridiculiza a los monarcas. En la vuelta a casa,
la madre ante dicho resultado de su travesura decide que es el momento de
ponerle el pijama mientras patalea y encerrarle en su cuarto. ¿Les resulta
conocido?
La segunda parte nos dirige al mar, con nuestro personaje
vestido de marinero (y no de lobo blanco) y una nueva aventura en la que el
texto se amplifica a través de las ilustraciones de Sendak: monstruo marino (una
mezcla de dragón y cocodrilo) y la llegada a una isla perdida. De nuevo, el
personaje es capaz de huir de la fiera e, inclusive, se enfrenta a dos grajos a
palos. Finalmente, recobramos la figura del personaje que domina los elementos
(el mar) y a las fieras (el monstruo marino y los grajos) volviendo al mar coronando
al resto con un gorro marinero. No volvió a reeditarse y me pregunto si las ilustraciones
sufren aquello de lo políticamente correcto que tanto escandaliza. Si por el
contrario huyen de la LIJ con tufo a lejía, disfruten de sus maravillas.
Fran
Martínez
Web Maurice Sendak
https://www.sendakfoundation.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario